Dulce, salado, amargo y ácido (o agrio) son los cuatro sabores que distinguen nuestras papilas gustativas. O eso creíamos, porque hay un quinto, llamado umami, que en japonés significa «sabor delicioso, sabroso», descubierto por Kikunae Ikeda, profesor de química en la Universidad Imperial de Tokio. Ikeda llegó a la conclusión de que el ácido glutámico o glutamato es el responsable de ese nuevo sabor, difícil de describir, pero que ayuda a la salivación y estimula la garganta, el paladar y la parte posterior de la boca. En suma, es el encargado de realzar el sabor agradable de una gran cantidad de alimentos. Y entre los alimentos más sanos que lo contienen de forma natural está el jamón. Por qué será que aquí, tan lejos de Japón, no nos sorprende.