Su trayectoria al frente de la ultraderechista Alternativa para Alemania, junto a las batallas internas dentro de la organización que han desembocado en su sustitución, merman las fuerzas del partido ultra e islamófobo alemán, que recoge en su programa electoral que «el islam no forma parte de Alemania» y defiende el cierre de las fronteras a la inmigración.