El suizo conquistó ayer su quinto título del Abierto de Australia, el 18 Grand Slam de su carrera, al vencer en la final a Nadal, por 6-4, 3-6, 6-1, 3-6 y 6-3. En el cuarto duelo entre estos dos jugadores en el primer grande de la temporada, Federer se tomó su desquite y ganó por primera vez a Nadal, su verdugo en la final del 2009, y en las semifinales de 2012 y 2014, en tres horas y 36 minutos.