El fenómeno de las redes sociales es un hecho que no conviene ignorar, sobre todo entre los más jóvenes. Son herramientas de comunicación muy potentes y su implantación alcanza una magnitud incontestable. Quizás por ello, en las redes se ha abierto un dañino campo para perversos y difamadores. La estadísticas de noticias falsas que circulan por las redes sociales alarma. Nada menos que el 80 por ciento de las informaciones que se suben a Facebook o Twitter son bulos. A ello se suma un lamentable muestrario de insultos y ofensas como las que en los últimos días han circulado en torno a la muerte de Bimba Bosé. Es imposible poner puertas al campo, pero sí es necesario una labor docente para que tengan un uso adecuado y seguro.