El presidenciable de la derecha francesa tuvo durante ocho años como asistente parlamentaria a su propia esposa, Penélope, función que le reportó 500.000 euros y que además puede que fuera ficticia, ya que no está demostrado que llevase a cabo esa tarea. Por esta razón, la fiscalía anuncia que investigará los hechos, lo que puede ser un varapalo para las opciones del candidato.