Opinión | Editorial

Consenso en torno al parking

Ha hecho bien la dirección del hospital universitario Reina Sofía de Córdoba en anular la licitación que sacaba a concurso la concesión del parking para los próximos 20 años. Ante el frontal rechazo ciudadano --a través de la Federación al-Zahara y del Consejo del Movimiento Ciudadano-- y de organizaciones sindicales, consumidores y partidos políticos coordinados en una plataforma, mejor optar por la flexibilidad que por el empecinamiento. Hubiera sido mejor, desde luego, que el diálogo que se anuncia a partir de ahora hubiera sido previo a la presentación del proyecto, lo que hubiera permitido limar sus aristas y encontrar las alianzas necesarias para llevarlo adelante con éxito. Aun así, una retirada a tiempo puede ser una victoria, y la búsqueda de consenso social es un buen ejemplo en estos tiempos de continuo enfrentamiento político.

El proyecto es de una gran importancia. No se trata solo de acondicionar accesos, mejorar unos solares (de 24.892 metros cuadrados en el Reina Sofía y de 5.369 en el Hospital Provincial) y contar con unos aparcamientos decentes en el complejo hospitalario cordobés, que también --prueben a acceder en estos días de lluvia--, sino de llevar a cabo una operación empresarial que permita obtener financiación privada para el necesario edificio de Consultas Externas de Pediatría, que en estos momentos el erario público no está en condiciones de financiar. Pero quizá haya habido precipitación en los planteamientos y cierto error en la presentación, y lo que ha quedado en el imaginario social es que estacionar el coche en la zona hospitalaria iba a resultar tremendamente gravoso para los pacientes que acudieran a consultas externas, los familiares de los enfermos ingresados y sus cuidadores. De nada han servido las explicaciones sobre las bonificaciones que podrán obtenerse, y el hecho de que en la licitación puntuaría la empresa que se comprometiera a ofrecer tarifas más bajas: frente al euro que se paga hoy en el descampado, la posibilidad de abonar los precios de un parking público provocó un enorme rechazo, que diversos colectivos han ido canalizando en las últimas semanas. Parte de ellos no solo plantean la necesidad de abordar de otra forma el tema del parking --de hecho, otros centros sanitarios andaluces y españoles tienen sistemas similares al propuesto para el Reina Sofía--, sino que rechazan el fondo del asunto y reclaman que sea la Junta de Andalucía la que costee el edificio de consultas externas materno infantil. Una petición justa, pero que probablemente deba esperar mucho tiempo, mientras los profesionales sanitarios del Hospital Materno-infantil lo consideran urgente y perentorio. La situación es, por tanto, bastante compleja, y se hace necesario pedir a las partes verdadera intención de diálogo y de llegar a acuerdos para desbloquear un proyecto importante para la ciudad.

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