Opinión | Guadalquivir
Feria Medieval
Llueve por la Vega del Guadalquivir empapando los campos y mojando las primeras y ricas naranjas. Cuántas emociones desatadas estos días, donde despedimos a inolvidables amigos que se ha llevado el cáncer. El hostelero Manolo Blasco y el doctor Antonio Ballesteros marcarán la memoria de este noviembre de difuntos. Mientras, la ciudad se prepara para celebrar la primera Feria Medieval de las Tres Culturas, un viejo proyecto que ahora ve la luz en las restauradas murallas almohades de la Alcazaba. El lugar tiene la magia andalusí a orillas de los ríos Guadalquivir y Genil entre lienzos de tapial y once torreones que aún perfilan misterios y batallas entre cristianos y musulmanes.
Tres días de diciembre para revivir emociones del pasado, que leímos en textos de Manuel Nieto Cumplido o nos contaron en la niñez. Caballeros llegados de toda Andalucía se reunieron en Hermandad General para hablar de nuestra tierra, asegurar su defensa y pechando todos para mantener su futuro. Personeros y jurados de Córdoba, Sevilla, Jaén, desde Úbeda y Baeza hasta Jerez de la Frontera o Niebla unidos por el río Guadalquivir se juntarán otra vez, ahora los caballistas de Pepe El Bodega y La Herradura, setecientos años después, en la villa del noble señor Luis Portocarrero, quien regresará victorioso desde Lopera con quince banderas y un vestido de la reina, privilegios de los Reyes Católicos. Y otra vez, con el hilo conductor de José Felipe Cardenete y la interpretación de Arrempuja Teatro recrearemos la leyenda de la batalla del Arquito Quemado. Mientras un ciego Antonio Flores y su lazarillo proclamarán romances antiguos de historias muy viejas pero que están en el alma de este pueblo, que es mucho de la Cochera de Flores y de saber bailar tan cortesanamente como Andanzas. Y así, entre mercaderes, tiovivos, animales de granja y aves rapaces, mesones y tabernas, música de Coral Eloy Viro, de gaitas y tamborrada, de pasacalles, de mil olores de especias y fritanga, sean bienvenidos a tierra de judíos, musulmanes y cristianos, Palma de miçer Gilio Bocanegra.
* Historiador y periodista
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