Opinión | A pie de tierra

75 años, 75 ideas

El talento de muchas personas se ha puesto de forma altruista al servicio de Córdoba

Un día empuja a otro día y las lunas nuevas se apresuran a morir», dejó dicho Horacio en sus Odas. Esta sensación de finitud constituye una de las características más destacadas del hombre, por más que a veces olvide que es carne mortal...; pero lo somos, y setenta y cinco años es más de lo que viven muchas personas. En términos demográficos equivalen a tres generaciones. Es lo mismo que decir miles de abuelos, padres e hijos que crecieron de forma paralela a como lo hacía Diario CÓRDOBA, espejo, testigo y notario de una etapa fundamental de la historia reciente de España a lo largo de la cual ha desempeñado un papel activísimo en la vida de los cordobeses ofreciéndoles información, formándolos, asomándolos al mundo, trayendo la provincia a la capital y llevando la capital a la provincia, en una simbiosis de la que participamos todos cada día; porque Diario CÓRDOBA lo lee un elevadísimo número de cordobeses. Además de la edición web, que facilita su consulta desde cualquier lugar del mundo, su omnipresencia física en lugares públicos y privados forma parte del paisaje diario y familiar con el que se desayuna un número incontable de ciudadanos, que encuentran en sus páginas alimento para su hambre, agua para su sed, actualidad para su ansia de saber, cultura y curiosidades para su necesidad de entretenimiento. Todo eso y mucho más es hoy Diario CÓRDOBA, que cumple setenta y cinco años, y lo hace, más fuerte que nunca, con clara vocación de sobrevivirnos; como ha sobrevivido de hecho a tantos otros, cuyos hechos quedaron en mayor o menor medida reflejados en sus páginas, escaparate privilegiado de vida en el último siglo; un lujo para Córdoba y provincia, que de alguna manera le devuelven ahora, en forma de reconocimiento y cariño, su entrega generosa de tantas décadas. Pocas ciudades cuentan con un medio de comunicación de cabecera tan longevo, tan serio y tan objetivo; que si algo ha conseguido en estos setenta y cinco años ha sido que todos nos sintamos representados en él.

Esta sensación de libertad a la hora de expresar mi pensamiento y mi opinión, porque «no hay esclavitud más vergonzosa que la voluntaria», en palabras de nuestro ilustre paisano Lucio Anneo Séneca, es la que me ha mantenido fiel al periódico durante ya casi diez años. Entenderán por tanto que, guiado por ese mismo espíritu crítico, reflexivo y comprometido, aceptara sin el menor reparo la invitación para formar parte de uno de los foros a los que Diario CÓRDOBA encargó a principios de año una labor de trascendencia inusitada: deliberar en profundidad sobre los problemas de Córdoba y provincia para, una vez hecha la evaluación, proponer ideas de futuro que después serían votadas entre todos hasta elegir setenta y cinco, las mismas que años cumple el periódico, y someterlas al juicio y el uso de la sociedad y de las instituciones. Las reuniones tuvieron lugar en pleno verano, con un calor capaz de derretir el asfalto, pero nadie faltó: acudimos a ellas convencidos de que participábamos de una labor de enorme responsabilidad, determinante para el futuro de una ciudad y una provincia a las que amamos y por las que trabajamos de forma denodada cada día de nuestras vidas. Por supuesto, de forma generosa y altruista, como lo hacía el propio periódico. No se puede predicar una cosa y hacer la contraria.

Vivimos en una sociedad mercantilista, gobernada por un capitalismo feroz, en la que el talento se paga a precio de oro. Pues bien, estas 75 ideas para Córdoba son el resultado de la ponderación y el análisis de mucho talento puesto al servicio de quienes hoy ocupan los más importantes cargos institucionales de Córdoba y provincia sin pedir nada a cambio, animadas sólo por la convicción de que entre todos será siempre más fácil tirar del carro, de que sumar es siempre más conveniente que restar, que es hora de consensos, de caminar juntos en pro de un proyecto colectivo sobre el que, al margen de ciclos políticos, cimentar un futuro mejor. Y en esta tarea el papel de Diario CÓRDOBA se nos antoja vital. Córdoba está huérfana de liderazgos; de ahí la importancia del que ha asumido con esta iniciativa, reforzando así su labor y su implicación sociales, que no pueden terminar aquí. Quienes participamos en esta tarea fuimos en todo momento conscientes del peligro principal que la acecha: ser condenada al fondo de algún cajón en el que pase a dormir el sueño de los justos. Este sería un error de primera magnitud que no podemos permitirnos. De ahí la necesidad de crear un observatorio anual que se erija de alguna manera en faro, guía y voz de la conciencia; y mientras autoridades y sociedad la asumen como propia, no se me ocurre otro mejor que Diario CÓRDOBA.

* Catedrático de Arqueología de la UCO

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