Sin duda, una de las joyas del Estado Español es nuestro Sistema Nacional de Salud. Una sanidad pública que pagamos todos con nuestros impuestos para disfrutar de una asistencia sanitaria gratuita, de contrastada calidad, con una amplia cartera de servicios y con cobertura universal. Cualquier español y cualquier inmigrante legalmente establecido tiene derecho a ser usuario de nuestra sanidad pública, sin duda la más solidaria de todo el entorno europeo con los más necesitados.

La sanidad desde el año 2002 está transferida a las comunidades autónomas, quienes tienen amplia potestad de organización, planificación y financiación. En nuestro caso la Junta de Andalucía es la responsable del Sistema Andaluz de Salud (SAS) y todos somos corresponsables de que la sanidad andaluza progrese adecuadamente hacia una mayor calidad y eficiencia que redunde en beneficio de todos, tanto de los usuarios como de los profesionales sanitarios. En esa labor está el Partido Popular de Andalucía llevando propuestas e iniciativas que nacen de la sociedad al Parlamento andaluz para que sean oídas y atendidas por los responsables del gobierno autonómico.

Según el informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Publica de este año 2016, la sanidad pública andaluza es la última en gasto económico por habitante/año en el comparativo con el resto de las comunidades autónomas. Así, si la Junta de Andalucía no apuesta por la sanidad, como dice ese informe, es lógico que seamos los últimos en la ratio de hospitales públicos por 100.000 habitantes, los últimos en médicos y enfermeros por 1.000 habitantes, además de tener los profesionales sanitarios peor remunerados de las 17 comunidades autónomas. En lo único que somos los primeros es en pérdida de puestos de trabajo de esos profesionales sanitarios en los últimos 5 años, y los primeros en el número de contratos temporales de los mismos.

Andalucía no puede seguir siendo la cenicienta sanitaria de España. Los andaluces y cordobeses merecen una sanidad de primera división, que no se cierre por vacaciones, que proteja a sus profesionales y a sus usuarios. Merecemos una sanidad que abandone el maquetazo como el del Plan de Modernización del Hospital Universitario Reina Sofía, el Hospital de Niño y de la Mujer, Chare de Palma del Río, Care de Priego, Centro Socio-Sanitario de Lucena, centros de salud de Avenida de America y Huerta de la Reina, y pase a ser una sanidad de promesas cumplidas, despolitizada, basada en méritos y capacidad. En definitiva una sanidad de calidad de todos y para todos.

A día de hoy quienes sustentan nuestra sanidad pública son todos sus trabajadores, que a pesar de la propia administración sanitaria, de la presión asistencial, de la falta de incentivos no solo económicos, también humanos, hacen que este barco no se hunda gracias a su profesionalidad y a su entrega.

Ahora que se ha empezado el debate de los presupuestos de la Junta de Andalucía para 2017 es el momento de que el Gobierno andaluz empiece a corregir los déficit que lastran a la sanidad andaluza con partidas económicas suficientes y que se ejecuten, que se cumplan los compromisos porque no sirve para nada engañar a los cordobeses con partidas presupuestarias en infraestructuras prometidas año tras año como un simple brindis al sol.

Desde el Partido Popular estamos presentes en todos los debates sanitarios, expectantes para que no se conculquen los derechos de los pacientes ni de los profesionales sanitarios. Apoyaremos toda iniciativa ciudadana y de los interlocutores socio-sanitarios que redunden de forma positiva en la calidad asistencial y por ende en la salud de todos los cordobeses.

Desde hace varias semanas estamos observando movilizaciones sociales en varias provincias andaluzas con denuncias y reclamaciones dirigidas a la mejora de la calidad asistencial. La sociedad se está revelando ante el deterioro sufrido en los últimos años en la sanidad andaluza, fruto de la falta de apuesta del gobierno andaluz del Partido Socialista en inversión económica en materia sanitaria y por unas políticas desafortunadas ancladas en la prepotencia de sus dirigentes.

En Córdoba conocemos ejemplos de esto. El más reciente en la externalización del aparcamiento del complejo hospitalario Reina Sofía y su explotación por parte de una empresa adjudicataria. Desde el Partido Popular exigimos contar con una infraestructura digna y adecuada para este servicio de aparcamiento, que se lleve a cabo de una forma clara y transparente, sin chapuzas administrativas ni contables y sobre todo que no suponga una carga para los pacientes, familiares, cuidadores y profesionales sanitarios que van a utilizar este aparcamiento todos los días.

Porque apoyamos y queremos una sanidad pública de calidad, porque todos los cordobeses la merecemos desde hace mucho tiempo, seguiremos exigiendo a la Junta de Andalucía y a sus gobernantes que no nos vendan más humo y traigan inversiones reales que se llevan a cabo para disfrute de todos.

* Senador del PP cordobés y coordinador de Política Sanitaria del PP andaluz