El periodismo de Ferreras

La Sexta es una cadena digna de elogio por su vocación informativa y por mantener estupendos programas críticos como El intermedio, que ya ha cumplido diez años. Otra cosa son su tono y sus métodos. El sabio Vicente del Bosque -¡qué gran político nos hemos perdido!- definió perfectamente a uno de los estandartes de la cadena, Antonio García Ferreras, cuando dijo que había convertido «una televisión progresista en una televisión alarmista». El sábado, con motivo del bochornoso comité federal del PSOE, esa forma de hacer televisión alcanzó la apoteosis durante las horas y horas que duró la cobertura. Hasta el punto de que al portavoz socialista en el Ayuntamiento de Cáceres, Luis Salaya, le dio por la ironía y lanzó un tuit en el que se preguntaba: «¿Cuándo compró La Sexta los derechos televisivos de los comités del PSOE?». Ferreras reaccionó en directo con la frase: «Se puede ser más tonto pero hay que entrenar», y se dirigió a Salaya para advertirle: «Aquí no mandáis, ni aquí ni en ningún medio de comunicación», y añadió que no le iba a pedir permiso a él ni a nadie del PSOE para hacer «pe-rio-dis-mo». A Del Bosque también le respondió en su día que en La Sexta no hacían «alarmismo», sino «pe-rio-dis-mo». ¿En qué consiste el periodismo según Ferreras? Pues en la excitación permanente, en conexiones constantes para informar de nimiedades -el sábado transmitieron en directo la llegada de pizzas a Ferraz, como si fuera una noticia bomba-, en banalidad a raudales, en griterío en lugar de debate y en confundir la independencia con el sectarismo más impúdico. El tratamiento de la crisis del PSOE siempre desde el punto de vista de los críticos, con un énfasis que contagiaba hasta a las presentadoras de los informativos, fue en este sentido modélico. Su escuela como director de Comunicación del Real Madrid de Florentino Pérez se nota al trasladar la parcialidad del fútbol a la política. Con el descaro que la caracteriza, Esperanza Aguirre habla de La Secta para referirse a La Sexta. Seguro que los seguidores de Pedro Sánchez en el PSOE ya opinan lo mismo.