Cuando no es por unas cosas es por otras, el caso es que siempre vamos a estar escribiendo sobre nuestro primer gran monumento.

Lo que don Manuel Nieto Cumplido nos dice en su libro Mezquita de Córdoba, joya bizantina es, para mi corto saber y entender, una verdad tan grande como el monumento que nos estamos refiriendo.

Una vez que esto se ha escrito me ha hecho comprender por qué lo dice. Solamente hay que saber muy poquito de cómo se llevó a cabo por parte de los musulmanes los trámites para la construcción de la Mezquita aljama para que hubiéramos llegado a la misma conclusión que ha llegado Nieto Cumplido.

Entre los años 555 al 572, gobernando los visigodos cuando Córdoba estaba bajo el manto de los bizantinos, se construyeron las basílicas paleocristianas de estilo bizantino-visigodo de San Vicente Mártir y la de Santa Catalina.

A los bizantinos tuvo que entregarle Atanagildo un territorio que llamaron Provincia Spaniae, colocando la capital en Cartago Spartaria, actual Cartagena. Este fue el territorio más lejano que gobernó Bizancio

La basílica dedicada a San Vicente Mártir fue construida en tiempos de Recaredo (586-601) en estilo bizantino, que los musulmanes llamaban la «Iglesia grande».

Al principio de la invasión árabe esta iglesia la compartieron cristianos y musulmanes, pero al final, como no se encontraban ambos muy a gusto, se la vendieron los cristianos y el dinero lo invirtieron para reparar San Acisclo que la convirtieron en la primera iglesia cristiana de Córdoba y otros templos a extramuros de la ciudad.

La basílica de San Vicente Mártir fue demolida por orden de Abd al-Rahman I junto con el complejo episcopal, que también tenía el arte visigodo-bizantino, para la construcción de la Mezquita. La basílica tenía que ser monumental, porque proveyó de columnas a la primigenia Mezquita de Abd al-Rahman I y, posiblemente, a parte de la ampliación de Abd al-Rahman II

Los arcos de herradura que se colocaron en la Mezquita son, sin discusión, de ascendencia visigodo-bizantina porque procedían de San Vicente Mártir.

El Mirhab de la Mezquita es donde el arte islámico más claro está y para él se solicitó a Constantinopla unos artífices para que se adornara con mosaicos bizantinos con suras del Corán. Llegaron incluso a venir a instalarlos y dicen que los que les ayudaron en el trabajo se convirtieron en maestros y los bizantinos se marcharon.

Por todo lo dicho a lo largo de esta reflexión, queda claro que en nuestra Mezquita-Catedral impera en ella el estilo visigodo-bizantino.

* Escritor. Ingeniero técnico industrial