Qué pasa en Andalucía con la negativa cerrada y obtusa de la Junta a devolver ya a los profesionales un recorte social indignante, como es la urgente necesidad social de volver inmediatamente a las 35 horas?

Es cierto que la imposición de las 37,5 horas, primero correspondió al Gobierno de la nación y después las impuso también el Gobierno de la Junta de Andalucía, imposición que además renovó el pasado 22 de diciembre de 2015 con un acuerdo vergonzoso e inaceptable del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía.

También es cierto que a la totalidad de sectores públicos en Andalucía, salvo el sector sanitario, se les ha permitido iniciar media hora antes la jornada laboral cada día, para cumplir las 37,5 horas, insisto, salvo a sanidad. A sanidad se le impone un régimen de trabajo con tintes de explotación, obligando a los profesionales a realizar 12 horas de trabajo ininterrumpido, o incluso restando a sus retribuciones importantes cantidades para justificar las 37,5 horas. Todo ello de manera autoritaria y sin opción para el profesional.

Llama poderosamente la atención que desde la Junta se publique a los cuatro vientos que en Andalucía se garantiza la igualdad, pero sin embargo es la comunidad más discriminatoria y desigual de todo el estado en el trato a los empleados públicos. Se afirma desde la Junta que en Andalucía nadie es más que nadie, pero se regula y legisla desigualdad injusta y arbitraria, como en ninguna otra comunidad; se aprovechan los avances sanitarios para desde la Junta afirmar que la sanidad pública andaluza está a la vanguardia de España, pero se maltrata y desprecia sin medida ni contemplación, a los profesionales sanitarios y de manera especial a los enfermeros/as, matronas, fisioterapeutas y auxiliares de Enfermería, y se hace como en ninguna otra comunidad.

Las comunidades del País Vasco, Castilla La Mancha, Asturias, Madrid, Extremadura y La Rioja están ya todas de una u otra manera en la vuelta a las 35 horas; pero Andalucía no, en Andalucía se pregona una cosa y luego se hace otra. Pocas excusas tiene ya la Junta para negarse a la aplicación inmediata de las 35 horas, incluso el PP ha exigido en Andalucía la vuelta a las 35 horas, también lo ha hecho en otras comunidades por iniciativa propia o se ha sumado a la iniciativa del PSOE, un PSOE por cierto que a la vista de los acontecimientos en poco se parece al PSOE andaluz.

¿Por qué Andalucía no dice la verdad, por qué no dice que la aplicación real de las 37,5 horas con fiscalización y voracidad recaudatoria solo se exige a sanidad? Esta es la razón por la que la Junta se niega a la vuelta inmediata a las 35 horas, está utilizando la sanidad pública y a los profesionales de la misma para hacer «caja» y sanear las cuentas de otros sectores.

Es un clamor en la sanidad pública la exigencia de los profesionales para volver ya a las 35 horas como prioridad absoluta, sin lugar a dudas por delante de la devolución del 75% pendiente de la extra de 2012. Como así lo acredita la encuesta pública y abierta realizada por Satse en toda Andalucía. Sin embargo la Junta prefiere valorar la posibilidad parcelada y a trozos del abono de la extra, antes que volver a las 35 horas de manera inmediata. Claro está que la vuelta inmediata a las 35 horas, impediría a la Junta, seguir haciendo «caja» con la sanidad, aunque si seguiría destruyendo empleo, y con ello ahorrando dinero a costa de la seguridad de pacientes y profesionales.

Es difícil de entender que tanto el PSOE, que sostiene al Gobierno de la Junta de Andalucía, como quien le apoya generosamente, es decir, Ciudadanos, se nieguen ambos a la creación inmediata del empleo que conlleva la vuelta a las 35 horas, y prefieran ambos condenar al paro a miles de profesionales, sobre todo enfermeros/as, matronas, fisioterapeutas y auxiliares de Enfermería, pues bien es cierto, que incluso dentro de la sanidad, tampoco todos los profesionales sufren las 37,5 horas por igual, pues algún colectivo han desarrollado gran habilidad para dulcificar sustancialmente su aplicación, con el consentimiento y complacencia de los gerentes.

Por último, no quiero dejar de hacer público lo que los profesionales verbalizan diariamente, afirmando que «ya no engañan a nadie», en lo referente a la negativa de la Junta de Andalucía para volver ya a las 35 horas, pues todos saben de las ocultas y oscuras razones por las que se niegan a ello. Si bien, desde Satse no cesaremos hasta conseguir recuperar la dignidad laboral de los profesionales y cuya prioridad es la vuelta urgente e inmediata, que no a largo plazo, de las 35 horas, sobre todo por razones de compromiso social con el empleo y la conciliación de la vida laboral y familiar, algo que al parecer para la Junta de Andalucía no es una prioridad, ni tampoco para el PSOE andaluz, ni para Ciudadanos. H

* Secretario Provincial SATSE-Córdoba