Lección bien aprendida, tarde o nunca se olvida”. Estudiar no es grabar en la memoria las hojas impresas de un libro, es aprender cómo leer o escuchar para finalmente observar. A través de la observación mágicamente recibimos la información o el conocimiento.

¿Para qué atiborrarnos de páginas enteras de texto para solo aprobar? Tenemos que devolver a nuestros hijos una manera de estudiar veraz, en donde la teoría suponga el 50% del tiempo de estudio y la otra mitad sea práctica, práctica y más práctica. ¡Esto es lo que despierta y levanta una nación! La manera de estudiar es la clave de todo aprendizaje. Comprender cada palabra de lo que uno lee, demostrar lo que se estudia y avanzar paso a paso respetando el nivel de cada uno, es uno de los secretos hacia una sana educación . ¡Acabemos de almacenar estupidez en las cabezas de los chicos y chicas, sin comprensión alguna!

Por Dios, ¡no más reformas!... Mientras el Ministerio de Educación aclara sus ideas, devolvamos el derecho a cada familia de elegir la educación que quiera para sus hijos. Y abramos cualquier manera, alternativa o inclinación educativa, incluyendo el homeskoling, por cierto, legalmente reconocido en la mayoría de los países europeos menos en España. Del centenar de estudiantes que se inician en primaria, acaban quince la carrera y de ellos cinco prosperan. La carrera con más bajas laborales, con un 61%, es la de los maestros. Aprender cómo leer, observar y dar uso a lo que se estudia profesionaliza y hace capaces a los jóvenes, además de alejarlos de la holgazanería. H

* Escritor y conferenciante