La provincia de Córdoba es la que almacena más agua en sus embalses de toda la cuenca del Guadalquivir y, sin embargo, posee una superficie regable mucho menor que otras como las de Jaén, Sevilla o Granada. Según el inventario de regadíos del 2008, el último publicado por la Junta de Andalucía, la superficie regable de Córdoba se sitúa en 120.814 hectáreas, mientras que la de Granada es de 158.641; la de Jaén, de 294.036; y la de Sevilla, de 319.461. Ello ha llevado al delegado provincial de Agricultura, Francisco Zurera, a plantear la solicitud de ampliación de los regadíos en nuestra provincia a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, una propuesta a la que se han sumado rápidamente las cooperativas y las organizaciones agrarias cordobesas y para la que ya se ha creado una mesa de trabajo.

Según Zurera, Córdoba necesita más hectáreas de regadío para el olivar y el viñedo, dos cultivos que generan una gran riqueza en nuestra provincia. Con poca agua se le quita la vecería al olivo y garantizamos una cosechas permanentes para un cultivo social, argumenta el delegado. Por su parte, el presidente de las Cooperativas Agroalimentarias en Córdoba, Rafael Sánchez de Puerta, se muestra muy crítico con la política de regadíos que se está llevando a cabo, ya que no se está favoreciendo el aprovechamiento del agua todo lo que se puede, pese a la riqueza, el empleo o las infraestructuras que crea, señalando que en otros países como Portugal hay una política de expansión de riego que no se da aquí. Una línea en la que se posicionan también las tres organizaciones agrarias, Asaja, UPA y COAG.

El presidente de Asaja Córdoba y de la Cámara de Comercio, Ignacio Fernández de Mesa, considera que es de justicia que Córdoba tenga más regadío, ya que la gran masa de agua está en Córdoba y aquí no se ampliaron los regadíos mientras que en Jaén se pusieron miles de hectáreas. El secretario provincial de UPA, Miguel Cobos, reclama una nueva redistribución de los recursos porque el reparto actual es injusto. Por último, Carmen Quintero, secretaria provincial de COAG, argumenta que en los últimos 20 años nuestra capacidad de regar se ha limitado, lo que recorta nuestra capacidad productora.

Actualmente, solo es regable un 15% de la superficie de nuestra provincia, una cifra mínima a tenor de las reservas que acumula en sus embalses. La petición es más que razonable teniendo en cuenta tanto el agravio comparativo que representa con respecto a otras provincias de la comunidad autónoma como la necesidad de generar una mayor riqueza económica. Por tanto, es necesario que se redistribuya el reparto de agua para proporcionarle lo que en justicia le corresponde y en este reparto han de tener una mayor protagonismo aquellas superficies cuyos cultivos generen más empleo. La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir tiene la última palabra.