El equipo Roca de la Guardia Civil ha detenido en Córdoba a siete personas por la compraventa de aceituna robada en el marco de la operación Almazara. Aun cuando no han trascendido los detalles concretos de la operación, ya que la causa está siendo investigada por el juzgado, el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía indicó ayer que a tres de estas personas --que podrían ser los dos propietarios y el gerente de una almazara cordobesa-- se les imputa un delito de receptación de aceituna, mientras que a las otras cuatro se las investiga por sustraer presuntamente aceituna en explotaciones olivareras de la provincia. Todos ellos quedaron ayer en libertad con cargos, mientras la investigación sigue abierta.

El robo de aceituna en el campo cordobés no es nuevo. Los agricultores se quejan a menudo de la falta de medios para erradicarlo e incluso, en ocasiones, se han visto obligados a contratar vigilancia privada. Tras esta operación, el presidente de la organización agraria Asaja, Ignacio Fernández de Mesa, valora el trabajo de la Guardia Civil pero considera que es necesario aumentar los medios para luchar contra este problema, así como endurecer la ley y aplicarla con todo rigor. Hasta ahora, se llevan años persiguiendo al que roba, pero no se actúa contra los receptadores, que son los financiadores clandestinos de estos robos. La detención de estos empresarios es una buena noticia que debe servir de escarmiento, tanto para el que compra como para el ladrón, que no va a tener a quién vender su mercancía.