La gestión del turismo municipal cordobés es un drama. El bipartito no ha conseguido poner en marcha el Palacio de Congresos de Torrijos, asunto que imposibilita la venta de congresos, al no conocer la fecha de reinicio de las obras ni su apertura. Torrijos está inmerso en un laberinto de acciones procesales muy complejas y todo, por ignorar la baja temeraria advertida por los técnicos. Parece que este aviso no tiene responsabilidad política.

El espectáculo nocturno del Alcázar, antes gestionado por una empresa privada que levantó espectacularmente las visitas, ha perdido en tan solo cinco meses de remunicipalización 32.717 visitas y 20.000 euros de recaudación. Además ahora el Alcázar, segundo monumento más visitado de Córdoba, cierra sábados y domingos por la tarde y los lunes todo el día.

El Templo romano lleva meses terminado y, sin embargo, cerrado sin explicación. El Museo de los Patios, el de la calle Trueque, también cerrado, como su proyecto de interpretación previsto para estar abierto todo el año, y que parece que no es del gusto de los políticos hoy en el cargo.

Con el Centro de Recepción de Visitantes no se sabe qué hacer, se habla de un posible uso de oficinas de gestión turístico--municipal. Pienso que no es un edificio para oficinas, sino para promoción de la ciudad y uso ciudadano.

Seguimos sin saber qué tiene pensado el bipartito sobre el futuro del Consorcio de Turismo y sus trabajadores, a los que lleva siete meses mareando con realojamientos y designaciones que no decide. Del Plan Turístico de Grandes Ciudades, lo que se ha ejecutado ha sido el desvío de 325.000 euros para tapar el agujero de Aucorsa.

El C4, ese maravilloso edificio destinado a la creación contemporánea es una bella durmiente que espera que venga alguien a despertarla. Mientras tanto se sigue pagando un dineral en seguridad y mantenimiento.

El espectáculo ecuestre de Caballerizas Reales tendrá que andarse con ojo con el trato a los caballos. La pretensión de los socios del bipartito de prohibir espectáculos con animales lo sitúa en el punto de mira.

Al parecer las estrellas de Córdoba para Fitur serán el turismo de cementerios y la guía friendly Gay . Para mí el desarrollo del turismo pasa por una excelente gestión de los recursos con que Córdoba ha multiplicado sus visitas en los últimos años, que es exactamente lo contrario de lo que está haciendo este bipartito.

* Concejal PP en el Ayuntamientode Córdoba