Tres años ha tardado la Unión Europea en diseñar una nueva ley de protección de datos para hacer frente a las amenazas crecientes al derecho de privacidad de los ciudadanos, especialmente en internet. La normativa permitirá a los consumidores de la red mantener el control de la información que le es propia y que las compañías digitales no deberán difundir sin su permiso. La violación de esa intimidad les puede acarrear sanciones de hasta el 4% de su cifra de negocio anual. A la espera de conocer más detalles, la ley ahora pactada y que deberán votar los 28 estados europeos a principios del 2016, establece que los grandes motores de búsqueda en la red --Google, Yahoo, entre otros-- deberán retirar los enlaces a informaciones publicadas en el pasado si se comprueba que se perjudica a un ciudadano y que carecen de relevancia. Se trata del denominado derecho al olvido en internet. Además, regulará el tráfico masivo de informaciones entre Europa y EEUU. Aunque planteará graves dificultades de aplicación, esta ley europea de protección de datos da un paso decisivo para que internet sea una herramienta al servicio de los ciudadanos y no un perverso sistema de control y dominación por parte de los poderes políticos y económicos.