El fantasma de la Guerra Civil todavía no ha cruzado definitivamente, a pesar de los años trascurridos, la barrera de la historia. Los vencedores impusieron su versión mientras los republicanos supervivientes sufrieron en sus carnes la larga agonía de la posguerra. Los testimonios directos actuales son muy escasos, por lo que cualquier documentación o manifestación directa y veraz se convierte en un instrumento útil para arrojar luz en este trágico enfrentamiento que costó la vida a más de un millón de españoles. Ahora, los familiares del exiliado montalbeño Alfonso López Adamuz, fallecido recientemente cuando estaba a punto de cumplir los 100 años de edad han decidido dar a la imprenta los escritos realizados por él mismo de forma manual cuando cumplió los 90 años. Su memoria era sorprendente, lo que le permitió recordar todos los detalles y personajes coetáneos relacionados con su experiencia en el bando republicano durante la contienda y posteriormente a ella. 60 años más tarde, cuando López Adamuz decidió trasladar sus vivencias a cuadernos escritos a mano, a propuesta de José López Jiménez, familiar directo del exiliado, se acordó publicar los citados cuadernos y traducirlos al español, tarea que ha realizado con acierto López Jiménez, doctor en Ciencias por las universidades de Madrid y París, investigador sobre Seguridad Nuclear y miembro del Ciemat además de otras responsabilidades en el ámbito de la UE, ha cuidado el nuevo volumen que fue presentado el pasado viernes en Montalbán con el título 'Largo camino de Esperanza. Mi memoria de la Guerra Civil, los campos de refugiados y el exilio'. En el acto de presentación celebrado en el teatro municipal de Montalbán, José López destacó la calidad del contenido y de los aspectos formales de la edición llevada a cabo por Antonio Gázquez, propietario de la firma especializada Crea.

* Maestro