¿Y Córdoba? ¿Qué piensa de esto? Córdoba ayer dijo que un infame atentado terrorista es lo mismo que un acto de guerra en defensa propia. Y lo dijo porque así lo dijo la mayoría de sus representantes políticos cuando, al finalizar el minuto de silencio por los asesinados en París, pidieron otro por los caídos en la acción de la aviación francesa en Raqqa. Aquí algo no cuadra, y lo que no cuadra, lo que no cuadramos, somos nosotros. Mientras un gran presidente socialista francés, progresista por lo tanto, y su gobierno con el impecable primer ministro, Manuel Valls, a la cabeza, nos regalan ayer un discurso irreprochable en pro de la defensa de la república, de las libertades públicas, de los derechos del hombre y del ciudadano, de la democracia, de la libertad, y anuncian medidas que evidencian que la democracia no es débil sino que es el más fuerte de los sistemas políticos, que la democracia no se rinde ante la barbarie como demostraron Churchill, De Gaulle y Roosevelt, pues aquí, aquí, en la ciudad de las tres culturas, la que debiera dar ejemplo de inteligencia y alineamiento indudable por todos esos valores, aquí, digo, la mayoría de los representantes del pueblo prefiere el juego de la demagogia, de la pose y del postureo. ¡Cómo no vamos a lamentar las víctimas de la respuesta francesa en Siria la otra noche! ¡Por supuesto! Eso es evidente, como lamentamos cualquier víctima inocente en cualquier conflicto, pero hay momentos y momentos, y ése minuto de silencio, que fue internacional, tenía que ofrecerse para lo que fue convocado. Un minuto valiente de lucha por la libertad.

* Profesor