Han pasado más de cien días de la formación del gobierno municipal, integrado por el bipartito PSOE-IU con la aquiescencia de Ganemos, que no gobierna nada, pero dice, entre bastidores, cómo hay que hacerlo. Y, en estos más de tres meses, yo no he visto nada, ni siquiera indicios de que haya mejorado algo sobre el mandato anterior del PP. Quizás es prematuro o que yo soy muy impaciente, pero es un síntoma que percibo, incentivado por experiencias anteriores, donde ambas fuerzas políticas gestionaron municipalmente Córdoba en solitario (IU), haciéndolo un solo mandato como cogobierno con el Partido Socialista. Lo de Ganemos es un "advenimiento" que aún se encuentra en "pañales políticos"... El tiempo dirá, que es el que quita y dá razones.

Si el bi(tri)partito no quiere entrar --aunque parece que ya lo ha hecho-- en un lampedusismo político (hacer que todo cambie para que todo siga igual), las decisiones hay que tomarlas sin parafernalias colectivizadas, que solo sirven para la galería y que siempre serán engañosas por inviables e imposibles por sus retóricos procesos. Para muestra, un botón: tengo en mis manos la publicación turístico-explicativa de la Ruta Fernandina auspiciada por el Ayuntamiento de Córdoba, Consorcio de Turismo, Diócesis de Córdoba y Córdoba Patrimonio de la Humanidad, anunciada, en su día, a bombo y platillo y firmada por la Excma. doña Rosa Aguilar y el obispo Rvdmo. Juan José Asenjo, permitiendo a los turistas visitar, "en horario fuera de culto", las iglesias fernandinas de Córdoba. Cuatro instituciones cordobesas que, pese a firmarlo, nunca se pusieron de acuerdo en este proyecto, incentivador del turismo cordobés como "producto" único en el mundo. Nunca se supo "vender" este aliciente a los mayoristas turísticos no ya con todas, sino con unas mínimas garantías de éxito.

Todos los cordobeses sabemos que la alcaldesa Isabel Ambrosio ha dicho que ella quiere trabajar como "una agente comercial" (CORDOBA 12-07-2015, pag.3). Si eso es así, no debería olvidar el axioma Aidas , que, aplicándolo correctamente, dá como resultado un evidente éxito en cualquier ámbito mercadológico: saber provocar la atención, avivar el interés, incitar el deseo, promover la acción compradora y satisfacer las necesidades del usuario o cliente son los fundamentos de la buena reputación y del máximo crédito profesional.

La señora Ambrosio, hoy alcaldesa de Córdoba, me dijo a través de una carta con motivo de las últimas elecciones municipales: "Quiero estar contigo (...) para defender, con firmeza y desde la lealtad institucional, los intereses de Córdoba y de sus ciudadanos (-) tengo experiencia y capacidad de gestión suficiente para proponer e impulsar soluciones realistas a los problemas de Córdoba".

Los once templos que configuran las Rutas de la Ajerquía y de la Villa son once joyas que revelan la "convivencia entre las estéticas románicas, góticas y mudéjares" y, actualmente, se encuentran "guardadas" como lo están sus sillares "a soga y tizón"; bajo siete llaves.

Haga Isabel Ambrosio lo que prometió, simplemente. "Que no le tiemble el pulso ni la voz" y desbloquee lo que nunca estuvo en su mano bloquear, sino en las manos de quién le acompaña ahora como socio minoritario. Empiece, por ejemplo, por esta Ruta Fernandina aunque solo sea por aplicar con eficacia otro axioma comercial: "El buen paño en el arca, ya no se vende solo", al contrario que hace años se creía; hoy al "buen paño" hay que aplicarle las estrategias de marketing y un conjunto de técnicas implícitas en mercadotecnia que lo presenten atractivo, interesante y agradable al turismo, del que tantísimo depende Córdoba.

Pero cuando, contradictoriamente, sale su "socio" Pedro García (IU) diciendo que, a través de los diversos Registros de la Propiedad, le va a "poner las peras a cuarto" al Cabildo Catedralicio... Esto no casa nada con cualquier desbloqueo de la Ruta Fernandina. ¿Verdad, doña María Isabel?

* Gerente de empresa