Opinión

RICARDO Rivera Pereira

La leche

Cuando se negoció la adhesión de España a la entonces CEE los diferentes datos estadísticos, y sus correspondientes tendencias, utilizados por los negociadores españoles, adolecían de ciertas carencias y deficiencias, cuanto menos justificables dadas las circunstancias, aunque en algunos capítulos notables. Como sucedió en el sector lácteo. Las mejoras subsiguientes costosamente introducidas en las explotaciones ganaderas, renuentes a su reestructuración y la repercusión de las importaciones, tanto de producto crudo como de sus elaborados, distorsionaron aún más las cifras oficiales con respecto a la realidad nacional.

A principio de 1980 (España ingresó en la CEE en 1986) los volúmenes excedentarios de leche de vaca desnatada en polvo y mantequilla llevaron años después a la introducción del régimen de cuotas de producción lechera, a escala individual (prorrogado en varias ocasiones), penalizadas si eran superadas por el productor; una responsabilidad que más adelante compartieron con el Estado miembro. Medidas que supusieron una relativa contención del mercado, por lo que entre 2003 y 2008 se acordó y planificó para 2015 la desaparición del citado régimen. De la liberalización del comercio y preponderancia de la industria y las empresas de distribución y comercialización, minusvalorando en destino y aún más en origen el precio del producto, ha derivado en parte el actual conflicto, aun habiéndose reestructurado la producción apreciablemente. Siendo el sector que más dedicación y atención requiere.

* Doctor ingeniero agrónomo.

Licenciado en Derecho

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