¡Córdoba o muerte!

Córdoba o muerte. O dicho de otro modo, antes muertos que cambiar. El pasado viernes se celebró en Córdoba la mayor manifestación de taxis que yo he visto nunca y que lógicamente mantuvo la ciudad toda la mañana colapsada. En cualquier otra ciudad, eso hubiera levantado la ira de los ciudadanos, sin embargo aquí no vi a nadie protestar, al contrario, algunos parecían disfrutar del espectáculo. Y es que Córdoba es Córdoba. Sin generalizar, por supuesto. Eso de que el cordobés no se moviliza para nada, no es cierto.

No se moviliza para nada que signifique progreso y futuro, pero para algo negativo, ya lo creo que se moviliza. Parece que el lema de algunos sea "cuanto peor, mejor" Ejemplos: raro el que por acción u omisión, no colaboró con el monopolio eclesiástico--financiero que arruinó Córdoba para varias generaciones. Se cargaron el magnífico proyecto del ojo del Califa del antiguo Meliá, y están encantados con la fachada oxidada del actual.

Se cargaron proyectos emblemáticos para el puente de Miraflores, y están contentísimos con la viga oxidada que pusieron y que se está rompiendo. Se cargaron el aeropuerto con la inversión hecha, y mantuvieron el falso aeroclub.

Han echado de Córdoba montones de empresas que venían a crear riqueza y puestos de trabajo. Y así, un larguísimo etcétera. Qué pena de Córdoba ¿no? Y todo, por culpa de unos pocos. Claro que la gran responsabilidad es de la mayoría silenciosa que permite a esos pocos adueñarse de la ciudad.

Rafael Bueno

Córdoba