Opinión | EDITORIALES

Atascos en la variante

Córdoba estrenó el verano con la que parecía era la solución a una de las asignaturas pendientes en las vías de comunicación. La conexión entre la autovía Madrid-Sevilla y el Puente de Andalucía quedó abierta a la circulación once años después de que se inaugurase la pasarela. De este modo, se ponía en activo el último tramo de la variante de Los Visos, así como los muy demandados enlaces con los polígonos industriales Amargacena y La Torrecilla, con una inversión que ha alcanzado los 48 millones de euros. La nueva variante ha sido bienvenida por Córdoba, aún pendiente de licitación el tramo norte de la variante Oeste. Pero el fin de las vacaciones de agosto y la vuelta a la rutina laboral han descargado sobre su asfalto un volumen de tráfico que ha destapado serios problemas para quienes deben utilizar esa alternativa viaria, en especial para los que desean acceder a las empresas radicadas en La Torrecilla y Amargacena. La larga hilera de vehículos sometidos a atascos se hace interminable. El problema estriba en que la circulación se ha centralizado en un solo carril que acumula las salidas y entradas en dirección sur, tanto a los polígonos como a los hospitales Reina Sofía y Provincial y la plaza de Andalucía. Y a La Torrecilla y Amargacena solo se puede acceder por una entrada. Una infraestructura tan necesaria no puede nacer con defectos de calado que en lugar de aliviar abunden en la incomodidad de sus usuarios. Exige las modificaciones necesarias para que dé respuesta a la demanda ciudadana.

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