Que estamos en época de elecciones es una obviedad manifiesta, no tanto por las fechas de la convocatoria de los distintos comicios como por la demagogia y falsas promesas con las que nos están obsequiando los distintos líderes de los partidos políticos y sus respectivos candidatos en liza.

En este sentido llama la atención el presidente del Gobierno, señor Rajoy, que, tras los resultados obtenidos en las pasadas elecciones europeas y autonómicas andaluzas y los que le deparan las encuestas para las próximas municipales y autonómicas y, por extensión, las generales de final de año, se entretiene en prometer la creación de 500.000 puestos de trabajo para el año 2015, ampliables a 800.000 en función, según él, de las perspectivas de evolución de las magnitudes macroeconómicas del país en los próximos meses.

Se siente respaldado, ¡qué duda cabe!, por el incremento del 1,4% del PIB en el 2014, que ha generado una creación de 430.000 puestos de trabajo, según el Gobierno. Nunca la economía de nuestro pais generó tal cantidad de puestos de trabajo con un crecimiento tan escaso del PIB. En efecto, partiendo del hecho conceptual de que el PIB, en su origen, lo configuran o determinan, fundamentalmente, las rentas del trabajo y, en menor medida, las rentas no salariales (rentas de los autónomos), los beneficios empresariales, las rentas de capital y las rentas de las Administraciones Públicas, hemos de inferir por deducción lógica que esos 430.000 puestos de trabajo no son equivalentes a 430.000 empleos a tiempo completo durante todo el año, sino que se trata más bien de contratos temporales en su mayoría, a jornada parcial, incluso contratos por horas. En correspondencia con dichos tipos de contratos, las remuneraciones de los mismos son bajos salarios que no pueden generar un crecimiento significativo del PIB. Dada la situación de los demás componentes del PIB (autónomos, empresas y Administraciopnes Públicas) hemos de convenir que son los beneficios de las grandes empresas los que están determinando, en mayor medida, ese crecimiento del 1,4% que enarbola como bandera el PP en su cruzada electoralista. Estos argumentos son extensibles a las promesas de creación de empleo del señor Rajoy para el 2015 en base a un incremento del PIB del 3%.

Pero al presidente del Gobierno no le faltan "palmeros", empezando por el gobernador del Banco de España, el señor Linde, nombrado por el Gobierno, al que se le supone obligada independencia, que, a modo de "agradecimiento político", ha caracterizado como "patriótica" la política de ajustes y recortes del Gobierno. No ha perdido comba al respecto la presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Elvira Rodriguez, también nombrada por el Gobierno, que ha expresado públicamente su total coincidencia con la opinión del gobernador del Banco de España. Finalmente me tengo que referir a las predicciones econométricas de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), divulgadas unos días después de la venturosa proclama del presidente del Gobierno, según las cuales el PIB crecerá en el 2015 un 3%, lo que se traducirá, según los expertos de la Autoridad Fiscal, en la creación de 800.000 nuevos puestos de trabajo, coincidiendo, casualmente, con la cifra que está filtrando el Gobierno a la sociedad española.

Siento no disponer de más espacio para analizar y comentar esas predicciones de la Airef, a las que se les puede aplicar perfectamente los comentarios realizados anteriormente con relación al binomio incremento del PIB/creación de puestos de trabajo. Pero sí me gustaría plantear públicamente las siguiente preguntas: ¿Cómo es que no se "inventaron" un modelo econométrico para predecir los acontecimientos económicos que iban a propiciar la brutal crisis económica que estamos padeciendo los españoles --unos mucho más que otros-- y que ha llevado al empobrecimiento real del pais? ¿Por qué no diseñan un modelo econométrico que informe de las pensiones que, en su caso, cobrarían los españoles, jóvenes y no jóvenes, que por causa de esta maldita crisis no podrán cotizar los 37 años que se les exige para recibir el 100% de la pensión, originando un escenario de fuerte empobrecimiento en las décadas venideras?

* Economista.