El día 22 de marzo es la fecha clave, el pistoletazo de salida para un año en el que la mayoría de los españoles vamos a estar casi permanentemente en campaña electoral. Me preocupan varias cosas de este proceso. Por un lado no tengo muy claro para quién es realmente clave esta fecha, estas próximas elecciones andaluzas. Por lo que veo, leo y oigo, tengo la impresión que el día 22 quien se la juega de verdad, incluso mucho más que los propios andaluces, son los distintos partidos políticos que se disputan el pastel. Algunos ansiosos, otros asustados, otros confiados, todos esperan con impaciencia los resultados que salgan de las urnas, porque saben que serán, sobre todo para los nuevos partidos, un reflejo bastante real de la nueva estructura política de nuestro país y un punto de referencia y análisis para las estrategias y campañas políticas municipales y generales. Por eso percibo, salvo honrosas y por desgracia pocas excepciones, que más que la preocupación que deberían tener todos los partidos por hacernos llegar de manera clara y constructiva su programa, intentando convencer con argumentos sólidos y sensatos a un electorado, indeciso y la mayoría cansado de palabrerías y casos interminables de corrupción, su preocupación es otra. Da la impresión, de que para algunos candidatos/as su punto de mira parece que solo está en las encuestas, en saber qué porción del pastel dejan de ganar o de perder. Me preocupa, además, qué pasará después del 22, cómo serán los pactos y alianzas. Qué se negociará entre bambalinas y qué se sacrificará de todas las promesas que ahora nos hagan para configurar el Gobierno andaluz. Y sobre todo, que capacidad de maniobra y de toma de decisiones tendrá el nuevo Parlamento.

Porque eso sí que nos repercutirá directamente a los ciudadanos de a pie, a los que tienen un empleo y sobre todo a los que lo buscan. A los que, como yo, estamos intentando sacar nuestras empresas adelante con mucho esfuerzo y no pocos obstáculos en el camino. Nos quedan 15 días por delante. Estaremos todos muy pendientes del 22-M, ya saben, fecha clave, aunque no solo para los andaluces.