La vida te da muchas oportunidades y en saber aprovecharlas está la suerte de tu camino. En mi caso, el día 23 de octubre tuve la ocasión de pregonar a San Rafael en el 50 aniversario de la Federación de Peñas, lo que me permitió hacer público mi agradecimiento a este colectivo que, sin duda, es y será una parte fundamental de la historia reciente de Córdoba. Un pregón imposible sin el portentoso silencio de las Carmelitas Descalzas y el talento de Rocío de Dios y Niño Seve.

Las peñas han forjado su personalidad desde algo tan humano, popular y sabio como la convivencia y la tertulia. El día a día en los barrios más profundos de Córdoba, la alegría y el afán de superación son la seña de identidad de las peñas y una fuente inagotable de pequeñas historias que, al fin y al cabo, sustentan el cordobesismo de nuestra tierra.

Estas líneas son una muestra más de mi agradecimiento a las peñas cordobesas, una lista que puede ser eterna a la vez que injusta porque siempre dejamos a alguien en el tintero, pero los 50 años de la Federación de Peñas van unidos a sus presidentes y juntas respectivas, a Paco Castillero y su equipo y a personas tan entrañables como Antonio Mancha Millán, Rafael Guerra Expósito, Pepe Fernández, Flora, Ana Lara, Antonio Hidalgo o Leonardo Rodríguez García, un cronista extraordinario que recogía en Diario CORDOBA la vida de las peñas. Su memoria es también mi reconocimiento a todos los periodistas y fotógrafos y, por supuesto, Francisco Lara, presentador de la romería de Santo Domingo y Linares.

Felicidades a todos los Potros de oro, plata y bronce porque los maestros están para aprender y seguir su ejemplo.

El calendario festivo de Córdoba no se puede entender sin el trabajo encomiable de las peñas. La Cabalgata de los Reyes Magos, la Batalla de las flores, anunciadora del mes de mayo; las romerías de Santo Domingo y la Purísima Concepción de Linares; la caseta en la Feria de Mayo; la dedicación al flamenco: Peña Flamenca de Córdoba, Merengue y Concha Calero o el XXX Aniversario de la Peña Fosforito y su presidente José Gregorio o el Noveno Concurso Nacional de la Copla, que el día 9 celebra su fase final.

Pero no podemos quedarnos solo en las flores y la fiesta. Hay que mirar más adentro y valorar la labor de vertebración social que realiza este movimiento ciudadano. Hay más, mucho más.

No nos dejemos intimidar por quienes quieren arrebatarnos la fe en nosotros mismos. Que nadie nos robe la ilusión de hacer cosas grandes por complejos estúpidos y malintencionados que destruyen la confianza para sacar lo mejor que llevamos dentro. Ese es el verdadero cordobesísmo y el gran deber como cordobeses, romper inteligentemente con el maleficio que tanto daño nos hace y que ya denunciara don Rafael Castejón hace muchos años- Hablo de esta Córdoba nuestra, "madre de los de fuera y madrastra para sus hijos" . Nada no hace más daño que sucumbir al letargo, al ensimismamiento o a la resignación.

No os hablo de un cordobesísmo de orejeras y de rechazo al "otro". Hablo del cordobesísmo que lleva a Córdoba en las entrañas, experiencias que modelan nuestra personalidad, fraguan nuestra vocación, y porque aquí amamos, reímos, sufrimos y soñamos.

Debemos de ilusionarnos con tener lo que no tenemos, ser lo que hacemos y mostrar la inconformidad que hay detrás de todas las injusticias para ser mejores personas.

Tenemos que seguir soñando y haciendo cosas sin temor a equivocarnos, luchando contra las insuficiencias de la sociedad y convertir en posible lo imposible como hizo el Córdoba CF y su afición en el ascenso a Primera División.

Desde hace 50 años a esta época, desde cualquier tiempo hasta aquí, no sin tropiezos y resbalones, Córdoba ha ido progresando, aunque todavía hay muchísimo por hacer.

* Vicepresidente primero dela Diputación provincial