Desgraciadamente llevamos ya mucho tiempo afirmando que la salud laboral es una cuestión de Justicia, de condiciones y ambientes de trabajo adecuados, donde se pueda desarrollar la actividad profesional con dignidad. Hemos denunciado muchas veces que los mal llamados "accidentes" de trabajo se pueden evitar- que podrían desaparecer si se adoptaran siempre las medidas preventivas marcadas por nuestras leyes. Si se profundizara en una cultura real del trabajo saludable.

La situación actual de crisis ha abierto una brecha aún más profunda en la salud de los trabajadores. Quienes conservan su empleo comprueban cómo empeoran sus condiciones de trabajo. Su esfuerzo es cada vez más barato, sus jornadas más largas, su "vida social" más escasa y su nómina más delgada.

Desde el potente aparato de propaganda que manejan nuestras autoridades se nos está diciendo machaconamente que la crisis ha terminado. Según ellos estamos mejorando y ya empezamos a crear empleo. Pero empleo ya no es igual a trabajo digno. Cada vez más, debido a la flexibilización del mercado laboral, encontrar un trabajo no equivale a poderte "ganar la vida", siendo incluso insuficiente para sacarte de la pobreza.

Frente a esta realidad, la HOAC, Iglesia inserta en la realidad más sufriente del mundo obrero, proclama alto y claro que la persona, imagen y semejanza de Dios, debe ser la medida de todo. También de la actividad económica y laboral. El valor del trabajo radica en quien lo realiza. No en productos, servicios o rentabilidades generadas.

Por todo ello, afirmamos, en el día mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, que es imposible cuidar la salud en el trabajo si éste no es decente, se basa en una legislación cada vez más injusta (como la española) y ofende la dignidad de la persona que trabaja.

Hermandad Obrera de Acción Católica

Córdoba