Cuando el presidente de Siria Bachar al-Assad estuvo en Córdoba hace ahora casi 13 años, recibido con todos los honores, ¿quién podía imaginar que cambiarían tanto las cosas?

En efecto, fue en mayo de 2001 cuando Bachar al-Assad, acompañado de su elegante esposa Asma, y junto a los Reyes de España, Juan Carlos de Borbón y Sofía de Grecia, visitó Córdoba para inaugurar la exposición El esplendor de los Omeyas cordobeses , organizada en Medina Azahara por la Fundación Legado Andalusí. Nuestra trimilenaria capital se hermanaba con Damasco en un encuentro histórico que auguraba un periodo de excelentes relaciones entre España y el régimen del nuevo y joven presidente sirio, médico de profesión educado en Londres.

Era su primer viaje al extranjero tras asumir la presidencia de la nación árabe, y hospedado en el palacio de la Zarzuela, fue agasajado con toda cordialidad por el presidente del gobierno, José María Aznar, el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, y la alcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar. Tres años después, en junio de 2004, el presidente al-Assad volvería a España en visita oficial, estrechando cada vez más las crecientes relaciones oficiales entre Siria y España, dos naciones hermanadas por la historia, no ya de época Omeya o andalusí, sino desde mucho antes, desde las épocas romana y, sobre todo, fenicia.

Hoy no queda ni rastro de todo aquello. Pasados todos estos años, efectivamente, y también aquí en Córdoba, se celebra desde ayer otra importante reunión siria, pero de signo radicalmente contrario. Paradojas de la vida, estará ausente no ya el presidente al-Assad, sino ni siquiera un solo representante diplomático de su gobierno, ya que se trata del encuentro de 150 miembros de la Coalición Nacional Siria, la heterogénea oposición al régimen laico y socialista de al-Assad; una reunión auspiciada por la Casa Arabe, la cátedra de la Unesco de la Universidad de Córdoba y el Ministerio de Asuntos Exteriores español, con un presupuesto de 250.000 euros. No en vano España forma parte del grupo de Estados que, encabezados por EEUU, Francia, Reino Unido, Turquía y varias monarquías del Golfo Pérsico, más están apoyando a dicha Coalición opositora.

¿Cómo es posible tan radical cambio de alianzas? Secretos de la geopolítica internacional. Mas no será esa la única pregunta que suscite esta enigmática reunión a puerta cerrada. Verdaderamente, las claves del muy complejo conflicto bélico que atenaza a Siria desde 2011 pasan por la presencia en la nación árabe de decenas de miles de terroristas yihadistas ligados a la red internacional al-Qaeda, a través de presencia casi no mencionada hasta hace poco por los medios de comunicación de masas occidentales, que sin embargo ha supuesto --y seguirá haciéndolo-- la instauración forzosa de la Sharía en buena parte del territorio sirio, el asesinato o secuestro de periodistas sirios y extranjeros (varios de ellos españoles), el exterminio de poblaciones enteras de minorías de cristianos, drusos y musulmanes chiítas o sunitas moderados, fieles al gobierno de al-Assad. Quien, sin ir más lejos, y con datos hechos públicos hace meses por la propia OTAN, cuenta con el apoyo del 75% de la población siria.

Ciertamente, el apoyo a la denominada "oposición moderada" siria que hoy se reúne en Córdoba ofrece no sólo muchas dudas, sino incluso inquietantes agujeros negros. No podemos omitir la alianza total de esos "moderados", hasta hace poco, con grupos terroristas de yihadistas apoyados y financiados por diversas satrapías del Golfo Pérsico muy queridas por los gobiernos occidentales, que incluso están extendiendo el conflicto hasta los vecinos Irak y Líbano. ¿Era ajeno García Margallo o los organizadores del encuentro a todo esto? Y en ese sentido, ¿hasta qué punto tenía relación dicha alianza con las declaraciones hechas por la ex secretaria de Estado estadounidense Hillary Clinton, de que EEUU creó y financió a grupos de yihadistas en Afganistán en los años 80, que luego se volvieron contra Occidente en los 90 y principios del presente siglo? Y es más, ¿es posible que esos yihadistas sean los mismos que ayudaron a la OTAN en Libia en 2011 a hacer caer el régimen de Gadafi? ¿Acaso se quiere para Siria un escenario de caos y barbarie como el instaurado en territorio libio? ¿A quién interesa esto, por qué y para qué? Por último, ¿qué relación tiene todo este asunto con el reciente escándalo de corrupción en Turquía, en el que, según el periodista francés Terry Meysan, se reunía el primer ministro Erdogan con el empresario árabe saudí y miembro de la Hermadad Musulmana, Yasin al-Qadi, conocido también como el "banquero de al-Qaeda", oficialmente buscado por EEUU tras los atentados de dicha red terrorista en Kenia y Tanzania (1998) y situado en las listas oficiales de terroristas internacionales de la ONU entre 1999 y 2012?

La falta de sentido, extrañeza e incluso peligro de este encuentro sólo la han denunciado organizaciones políticas sin representación oficial como FE-JONS, tal como ayer anunciaba Diario CORDOBA, o plataformas como el Frente Europeo de Solidaridad con Siria, que mañana celebra en Sevilla varias actividades informando del conflicto y denunciando el apoyo directo o indirecto de Occidente y diversos Estados del Golfo durante casi tres años al terrorismo yihadista, del que casi nadie ha informado.

* Profesor de Geografía e Historia