El Ayuntamiento de Córdoba acaba de interponer una denuncia por un delito de usurpación a las ocho personas promotoras de la ocupación del colegio Rey Heredia. El viernes 13 de diciembre se terminaron de presentar las correspondientes alegaciones con el apoyo de dos personas abogadas que colaboran con Acampada Dignidad. El Gobierno municipal solicita como medida cautelar el desalojo, lo que va a obligar a la Justicia a pronunciarse más pronto que tarde.

Vaya este artículo como muestra del apoyo a los compañeros y compañeras que llevan trabajando dos meses con la gente y por la gente del barrio del Campo de la Verdad.

Empezaremos por el principio. Justo después de la última feria de Córdoba el Colectivo Prometeo propone a las organizaciones cordobesas con las que trabaja (Frente Cívico, Bloque Crítico, Ecologistas en Acción, Stop Desahucios,-) hacer acampadas por distritos, ocupando durante 4 o 5 días un espacio público desde el que organizar acciones de incidencia política.

Tras algunas asambleas ciudadanas a lo largo del verano, les llegan noticias de la situación en la que se encuentra el colegio Rey Heredia y toman la decisión de ocupar ese espacio como fórmula de desobediencia civil, ya que los colectivos del barrio llevaban años reclamando al Ayuntamiento de manera "formal" que les cedieran el edificio, la respuesta fue siempre que existía ambigüedad en la propiedad de la gestión, que si el Consistorio, que si la Junta, que si te mareo un rato y así te aburro.

En octubre se toma el espacio y comienza la actividad, como primer objetivo acompañar y, en la medida de lo posible, colaborar en la solución de los problemas con los que muchas personas tienen que bregar todos los días, como fórmula la solidaridad, estar juntas, trabajar, compartir...

Se plantea entonces que lo primero es cubrir algunas necesidades básicas, la más urgente es comer, para ello han montado la "cocina abierta", comedor que prepara todos los días 100 comidas con la materia prima que le ceden los pequeños comercios cordobeses y los puestos de la plaza de abastos. La otra necesidad en la que se está trabajando es la educación con profesorado de apoyo a alumnado primaria y secundaria, además, entre clase y clase, se tomo la decisión de repartir una merienda (vaso de leche, galletas y una pieza de fruta).

Se han ido sumando talleres socio-sanitarios, tienen un punto de información socio-laboral, acaba de empezar uno afectivo-sexual, han inaugurado su huerto comunitario, ha comenzado a emitir Radio Dignidad en el dial 103.2 de la FM y cincuenta y seis colectivos van periódicamente a hacer uso del espacio de una forma o de otra.

El principio en todo lo que mueve la actividad de la Acampada Dignidad no es en absoluto la caridad, ni el asistencialismo sin más, sino paliar el sufrimiento incidiendo sobre las causas que provocan la exclusión de esas personas, para ello se les solicita a las beneficiarias y beneficiarios la participación en las asambleas, en las que se toman las decisiones y también que apoyen el trabajo para rehabilitar el espacio; por cierto, han hecho una magnífica labor, se nota que tiene vida.

Tiene narices que con todo este buen hacer a las espaldas procurando hacer la vida más fácil a los vecinos y las vecinas del Campo de la Verdad, el Gobierno municipal pretenda darle carpetazo sin ensuciarse las manos por vía judicial.

En cualquier caso el grupo municipal de Nieto ya ha perdido; obviamente si la sentencia judicial apoya la Acampada será una tremenda victoria del trabajo colectivo solidario y una vez más demostraremos que sí se puede, claro que se puede. Pero es que si dicha sentencia obliga a desocupar el espacio vamos a ver cómo explica que deja a 100 personas sin comer.

Recordémosle antes al alcalde que el primer día, allá en octubre, que se anunció el posible desalojo policial en la puerta del Rey Heredia había 400 personas arropando a los compañeros y compañeras, que igual mejor le echa un ojo a las redes sociales de Acampada Dignidad para que se de cuenta del apoyo social con el que cuentan. Seguro que entonces se le ocurre pensar en la ciudadanía a la que se supone representa, se pasa el berrinche y rectifica.

* Firma también este artículo Tasio Oliver, ambos co-portavoces de Izquierda Abierta Córdoba