Hace semanas pude ver en su diario que una lectora felicitaba a la Junta porque se habían abierto después de mucho tiempo algunas instalaciones cerradas en Los Villares para el puente de San Rafael, cuando acuden muchos visitantes a este parque. Pues bien, tengo que darle una mala noticia a la señora Rosario ya que, de nuevo, el bar está cerrado los domingos, supuestamente por reformas. Lo digo porque en dos fines de semanas que he subido con unos amigos hemos echado de menos un servicio que le venía bien a todo el mundo y, lo que es más triste, en unas instalaciones que las pagamos todos. Creo que los recortes en los servicios pueden dolernos, pero lo que no tiene nombre son las decenas de edificios cerrados del Ayuntamiento, de la Junta o de quien sea que nos costaron un dineral que ahora no tenemos y solo para que estén con el candado echado.

Francisco Javier Barrero Egea

Córdoba