La curiosidad puede conducir al yerro. Es lo que le ha ocurrido a científicos de la Universidad de Bangor (Reino Unido) que provocaron la muerte uno de los seres vivos más antiguos del mundo, una almeja de 507 años que ya no podrá envejecer más. Los mismos investigadores acabaron con la vida del molusco por error, pues hasta que no abrieron la almeja no supieron su edad exacta. El molusco Ming había entrado en la lista de récord Guinness y era contemporáneo de Colón.