Tercer aviso. Es una mala noticia que la Comisión Europea insista en su nuevo informe sobre la situación de la economía española en que esta registra "desequilibrios excesivos". En el texto se enquistan términos como paro --"alarmante"--, desigualdad social, pobreza y exclusión, en alza o en niveles preocupantes. La víspera de que Europa presumiblemente dé el plácet final al rescate bancario español, a pesar de que el carpetazo formal llegará con el final del programa en el 2014, la Comisión advierte a Mariano Rajoy de que la política de empleo tiene carácter nacional y que lo que ha hecho no es suficiente. La cifra oficial de más de seis millones de parados --entre ellos un escalofriante 56,5% de los jóvenes-- avala la alerta del Ejecutivo europeo. Abandonar la recesión no libra a España de los gravosos costes sociales de la crisis.

La situación maneja suficientes números rojos como para que la mejora reciente de algunos parámetros económicos no consiga compensar la sacudida de los tres últimos años, tiempo de referencia usado por Bruselas para definir la evolución de los 11 indicadores establecidos. A pesar de aprobar en la balanza de pagos por cuenta corriente, España suspende en seis de ellos: paro, deuda privada, deuda pública, dependencia de la financiación exterior, pérdida de competitividad internacional y pérdida de cuota de mercado exterior para las exportaciones. Todo un llamamiento a Rajoy para que vaya más allá de las reformas y los simples recortes.