Hace tres semanas, el diario International Herald Tribune cambió de nombre y se convirtió en el International New York Times . No es la primera vez que ocurre: cuando empezó a editarse, en 1887, la cabecera decía Paris Herald y nacía como un periódico en inglés para los expatriados. El Herald , por ejemplo, era el diario que leían Hemingway, Gertrude Stein y otros americanos en el París de entreguerras. Hoy esta vocación universal sigue intacta y, como es un diario que me ha hecho mucha compañía, me permitirán que le dedique tres minutos de esnobismo. Desde hace unos años, cuando viajo al extranjero, el INYT se ha convertido en mi fuente de información principal. Lo compro en los aeropuertos, lo busco en el centro de las ciudades, me lo llevo de los hoteles. No lo hago por un romanticismo trasnochado, no es eso. Siempre tengo un ordenador a mano y puedo consultar los periódicos de aquí, pero el INYT en papel me da una mirada que coincide con ese estado de alerta, o de curiosidad ancha, de cuando uno está lejos de su casa. Es un diario-sábana, de solo unas 20 páginas, pero con la letra apretada y artículos largos. Se imprime en 38 ciudades de todo el mundo y aprovecha la red de corresponsales del New York Times para dar toda la información internacional, pero evita el titular de agencia y busca el reportaje de fondo, que parte de una historia local, o personal, para mostrar una situación de interés general. En los artículos de opinión predomina el punto de vista de Estados Unidos, pero se equilibra con firmas de otros países. Del INYT me gusta todo, los deportes, las tiras de humor, los obituarios, el trato que da a las nuevas tecnologías... Habrá quien lo encuentre un diario anacrónico, pero quizá sea su única salida. Hoy la prensa escrita en papel vive a remolque de la inmediatez de la red y los titulares superficiales de Twitter. El INYT es la antítesis. Gracias a su carácter global, es un periódico que puede apostar por el otro extremo: la información paciente, en profundidad, que intenta reflejar la complejidad de nuestro mundo. Que dure.

* Escritor