Los medios de comunicación se han hecho eco suficiente de que el Presupuesto de la Diputación para 2013 ha sido aprobado con el voto favorable del Partido Popular y de Unión Cordobesa, la abstención del Partido Socialista y el voto en contra de Izquierda Unida. Pero los ciudadanos, y en especial los 24.805 votantes de UCOR, merecen saber el despropósito que subyace tras el voto del diputado Gómez --el asunto venía dictaminado de la Comisión de Hacienda con mi voto en contra-- apoyando los presupuestos del PP sin argumento alguno, y a cambio de lo que él y ellos sabrán. Los socios son los socios. Cierto que año pasado también votamos a favor de la propuesta del PP en los Presupuestos para 2012. Lo hicimos tendiendo la mano al consenso, comprendiendo la bisoñez del PP en la Diputación y buscando la conciliación y el beneficio del ciudadano. Y no obstante fuimos duros en la crítica, y denunciamos, entre otros muchos defectos: que los presupuestos no eran participativos, que reflejaban una falsa estructura por programas que en el fondo no permitía determinar objetivos, ni identificar recursos, ni delimitar el alcance de los resultados, que como oposición se nos había ninguneado en su elaboración y en su presentación- Dejamos claro entonces que si no se enmendaban todas estas deficiencias, no volverían a contar con nuestro apoyo. Cuestión de respeto y de coherencia. También que nuestro voto favorable conllevaba un riesgo político y que esperábamos a cambio un trato preferente en materia de información sobre la ejecución presupuestaria. Se nos garantizó. Se nos engañó. ¿Y qué ha ocurrido en los Presupuestos de 2013? Con respecto a las formas: que los diputados de Unión Cordobesa --como los demás grupos-- nos hemos enterado de los primeros indicios del contenido del Presupuesto por los medios. Que se nos ha proporcionado con tan escasa antelación que es realmente imposible estudiarlo con rigor. Que se ha elaborado de nuevo sin contar para nada con Unión Cordobesa procurando una negociación chapucera de última hora que resulta indigna. Prácticas de chalán. Con respecto al fondo: que la falsa estructura programática se mantiene --trampantojo puro-- y es imposible saber realmente cómo se va a gastar ese dinero y por supuesto ejercer control y vigilancia. Que las partidas de "gastos varios" pululan a sus anchas y a sus largas. Que las subvenciones extraordinarias --antes asunto de Presidencia-- van a ser gestionadas ahora por el delegado Fuentes, que ya he dicho alguna vez que tiene más peligro que una piraña en un bidé. Que el Consorcio de Desarrollo Económico sigue siendo un ente que se limita a labores de agencia de eventos y se muestra incapaz de fomentar el empleo y la economía; es un pastiche. Que sigue sin crearse la Comisión para el Empleo. Que ni una --digo ni una-- de las muchas propuestas de UCOR aprobadas por unanimidad en el Pleno, y con potencial para desarrollar la economía y la sociedad cordobesas, se han visto reflejadas en el Presupuesto de 2013 de la Diputación. ¿Y qué hace el señor Gómez en nombre de nuestros 24.805 votantes? Lo vota a favor y se despacha con un horrísono discurso --el mismo de los últimos tres meses-- sobre Rajoy, los cartones, las esquinas, los empresarios y los bancos. Nuestros votantes te lo agradecen, hermano. Estarás orgulloso.

* Diputado. Portavoz de UCOR