La respuesta debe hacernos retroceder no menos de ocho meses, cuando todos los sindicatos se levantaron en protestas ante las medidas de "reequilibrio financiero", que no es más que un recorte en los derechos laborales y retributivos de todos los empleados públicos de la Junta de Andalucía. La respuesta fue unánime y las manifestaciones y concentraciones llenaron las inmediaciones del Palacio de San Telmo.

Dentro de toda la dinámica de movilizaciones contra la sobredimensionada política de recortes de la Junta de Andalucía, el SMA ha sido, es y será especialmente beligerante con las decisiones adoptadas hasta ahora que suponen un agravio comparativo de considerable repercusión económica sobre profesionales fijos, interinos y eventuales de la sanidad pública respecto al resto de todos los demás empleados públicos y no digamos ya respecto a la "casta política".

Según este Decreto-Ley, el presidente de la Junta de Andalucía sufre un recorte en sus retribuciones de un 7.5%, un médico de hospital un 12 y un 16%; los consejeros y asimilados de la Junta en un 7,5% y un médico de Atención Primaria en un 11 y un 18%; los directores generales, delegados provinciales y asimilados, se recortan un 6% y a un MIR le aplican una confiscación que ronda el 13%. El personal eventual ve reducido su salario en un 25% .

El SMA, al igual que otras organizaciones profesionales, viene denunciando, desde hace años, el deterioro del modelo sanitario público por la insuficiente financiación estatal y autonómica.

Son los profesionales con su esfuerzo diario los que han proporcionado a nuestra consejera de Salud la consecución de objetivos y los resultados que tan demagógicamente utiliza para fustigar al resto de comunidades que no son de su "cuerda". Pero ¡qué pena!, durante todos estos años hemos conseguido alcanzar logros de prescripción por principio activo muy superiores al resto de los servicios autonómicos de salud, hemos avanzado en la gestión clínica de nuestras tareas, hemos acreditado multitud de centros y profesionales, hemos colaborado en facilitar la accesibilidad y la participación de los usuarios en los centros. Y así hemos llegado hasta la crisis donde solo la Junta de Andalucía ha tomado decisiones que, lejos de reconocer el trabajo y la dedicación de sus profesionales, discriminan retributiva y laboralmente a los facultativos respecto a otras comunidades, incluidas las gobernadas por su propio partido.

En ningún momento durante el conflicto se ha planteado por los facultativos andaluces cuestión alguna que pudiera cuestionar el actual modelo sanitario andaluz.

En definitiva, lo que el SMA ha puesto encima de la mesa a la Consejería con esta movilización es la exigencia de un trato igualitario con el resto de empleados públicos de la Junta y la oferta de alcanzar un acuerdo de franca colaboración y compromiso para racionalizar el gasto sanitario y hacer sostenible nuestro actual modelo sanitario. Todas las demás interpretaciones que puedan rebuscarse detrás de las movilizaciones convocadas por el SMA son, simplemente, lo que todos conocemos como "mear fuera del tiesto".

* Secretario general del Sindicato Médico de Córdoba