Quizás hubiera sido conveniente, a fin de ser más preciso, distinguir si la pregunta se refiere a peñas que como actividad principal tienen el deporte (fútbol), el flamenco o las Peñas en general, pues esa diferenciación, bajo mi modesto entender, tendría respuesta significativamente diferente. Descartando el objeto social referido y entendiendo que la pregunta se refiere a las Peñas cordobesas en general, considero lo siguiente:

Para mantener la esperanza en el relevo generacional de las Peñas cordobesas en general, las actividades de estas asociaciones en cuestión tienen que evolucionar en busca de los nuevos tiempos de la sociedad cordobesa, sin olvidar lo fundamental: tradiciones, costumbres y actividades populares que han de conservarse, pero con otra mentalidad menos rancia y casposa para así ser entendida por la juventud. Los jóvenes tienen que encontrarse cómodos en las Peñas y eso significa acercar las actividades de las mismas a sus necesidades de comunicación y entendimiento. Por ello hay que darles a los jóvenes que se acercan a nuestras sedes peñísticas la posibilidad de que sean elementos activos y aporten propuestas, proyectos, iniciativas, al mismo tiempo que exigirles compromisos consensuados previamente.

Los dirigentes de las Peñas actuales debemos favorecer y encaminar a los socios de nuestras instituciones en un sentido de solidaridad hacia la sociedad más necesitada, pero no con aptitud caritativa sino como comportamiento de compromiso social y ello lo más alejado posible de la política formal de la Peña como institución, con independencia de la afinidad de sus socios.

Estos objetivos, compatibles perfectamente con las actividades lúdicas propias de la Peña cordobesa (carrozas, romerías, copla, verbenas, etcétera) serían, pienso yo, asumidas por los jóvenes como objetivos loables e ilusionantes motivadores para una juventud que pudiera no entender la escasa y limitada acción social de las Peñas a las que me estoy refiriendo. Con independencia de lo que antecede, la pregunta a la que intento responder tiene actualidad informativa y motivaciones más que justificadas en el riesgo de supervivencia de las Peñas cordobesas en general.

Varias son las razones de la preocupante separación, o mejor dicho, la no incorporación de la juventud a la asociación activa de las Peñas.

La primera, obviamente el contenido de las consideraciones que acabo de exponer. La segunda, según entiendo modestamente, es el espíritu de sacrificio del que debe estar dotado el buen peñista, esto es, dedicarse a trabajar desinteresadamente en las faenas de la actividad de la Peña.

También debe contribuir económicamente a los gastos generales de la asociación mediante la cuota mensual.

El convivir en la peña de forma continuada en el tiempo también supone un costo, pues a la peña se va y se consume.

Por ello y para terminar, si a estas razones específicas, añadimos la actual estructura tradicional de la vida social de las Peñas, poco atractiva para la juventud, resulta preocupante el relevo generacional al que nos estamos refiriendo. De ahí mi modesta opinión de la necesidad evolutiva y de participación de los jóvenes que se acerquen a nuestras Peñas.

* Presidente Peña Flamenca Rincón del Cante