El pasado día 24 miles de personas asistieron a las solemnes y vistosas celebraciones en honor de nuestro custodio San Rafael. Pues bien, todo aquel que se fijara en el magnífico monumento al arcángel junto a la Puerta del Puente pudo ver que nadie se acordó en tan señalada fecha de hacerle siquiera un superficial lavado de cara para adecentarlo un poco y quitarle los numerosos hierbajos que le afean así como las botellas de plástico, papeles, bolsas y desperdicios que adornan la base del monumento.

¿Cómo es posible que nadie se acordara de poner presentable en esta señalada fecha el más señero monumento de entre todos los que con su imagen se alzan en nuestra ciudad? ¿Cabe mayor desinterés y despreocupación por uno de los monumentos más vistosos y que está situado en pleno corazón monumental? Mal que esté siempre en el estado que acabo de describir, pero mucho peor que aparezca así en tan señalada fecha. ¿Tanto habría costado adecentarlo un poco para que el día de la fiesta a quien está erigido luciera dignamente?

Y como siempre que me refiero a nuestro patrimonio monumental, citaré una vez más el vergonzoso estado de la fachada del edificio esquina Torrijos-Amador de los Ríos al que, con solo reponerle los cristales de algunas ventanas y pintarle la puerta de madera, cambiaría totalmente de aspecto. Pues nada, ahí sigue, año tras año, como muestra de la dejadez e indiferencia de quienes podrían y deberían adecentarlo. Pero parece que esto no tiene la menor importante a pesar de estar situado en pleno centro de nuestra zona turística y miles de visitantes pasan delante de su fachada.

Angel Pessini Tévar

Córdoba