Este año los cordobeses cristianos estamos de enhorabuena, San Rafael nuestro custodio, posiblemente la devoción más grande a un santo que tenemos, sale en procesión después de 67 años. San Rafael sólo procesiona en rogativas, quizás por eso tan humano de no acordarnos de Santa Bárbara hasta que truena. A través de los siglos se le ha sacado para pedir que acaben las epidemias de peste, cólera, la sequía, inundaciones, hambrunas, etcétera. Este año, proclamado por la Iglesia Año Internacional de la Fe, se le procesiona pidiéndole por la fe, que es la columna que sostiene la vida de los cristianos. Por cierto, esa columna que sostiene a San Rafael en nuestros triunfos es la representación artística de ella. No es nada baladí que las rogativas sean por la fe porque, a través de ella, los sinsabores de la vida se hacen más llevaderos y aprendemos a ser más solidarios y este año, la crisis, nos hará pedirle a San Rafael para que nos afiance en la fe y proteja a tantos cordobeses que lo están pasando tan mal. Pero lo que quizás muchos cordobeses no sepan es que San Rafael, además de nuestro custodio, y según podemos leer en el Libro de Tobías --al que siempre me referiré--, es muchas otras cosas más:

Es el patrón de los caminantes porque, cuando el padre de Tobías contrató San Rafael, éste le respondió: "Lo acompañaré. No tengas miedo: sanos marchamos y sanos volveremos" Por esto muchos viajeros al emprender un viaje rezan a San Rafael para que les proteja.

Es medicina de Dios. "Al llegar al río Tigris, un pez ataca a Tobías, el ángel le dijo que lo agarrase y le sacase la hiel, el corazón y el hígado. Porque servían como remedio". Es por lo que es llamado "medicina de Dios", pidiéndole ilumine a los médicos y nos devuelva la salud.

Es patrón o guardián de los matrimonios --no recuerdo muy bien si lo uno o lo otro-- "Rafael le propone a Tobías que se case con su parienta Sara, el muchacho teme, no era para menos pues se había casado siete veces y la noche de bodas un demonio mataba a los maridos". Pero Rafael le dice: "Y cuando vayas a entrar en la alcoba, toma un poco del hígado y del corazón del pez y échalo en el brasero del incienso. Al esparcirse el olor, en cuanto el demonio lo huela, escapara y ya no volverá a aparecer cerca de ella. Cuando vayas a unirte a ella, levantaos antes los dos y orad pidiendo al Señor del cielo que os conceda su misericordia y que os proteja". Y así sucedió. Muchas veces nos olvidamos de lo que San Rafael le aconsejó a Tobías: rezar a Dios y pedirle que nos proteja... Y, claro, ¡así nos va! Es también el patrón de los bienes perdidos. "San Rafael se presenta como un joven llamado Azarías, porque Gabael le debía al padre de Tobías hacia más de veinte años una cantidad de dinero. Tobías le encarga a Azarías que se llegue a cobrarlo a ver si le paga, él emprendió el viaje y cobró inmediatamente". Y volvemos a Medicina de Dios. "Rafael dijo a Tobías antes de llegar a casa de su padre. Estoy seguro de que tu padre recuperara la vista. Untale los ojos con la hiel del pez; el remedio hará que las nubes de los ojos se contraigan y se le desprenderán. Tu padre recobrará la vista y vera la luz". Como habréis leído, nuestro querido Custodio es muchas cosas más, pero para todas ellas se necesita que tengamos fe pues sin ella ni los santos pueden obrar... Que nuestro Custodio se asiente sobre el mejor triunfo que podemos erigirle los cordobeses, el de una columna fuerte y decidida adornada con la oración a Dios que nos dará fuerza para todo, el amor y la ayuda de unos hacia otros y la esperanza que nos dará ánimo para superarnos. Seguro que con todo esto vendrán tiempos mejores. Muchas felicidades para todos los que celebran este día su santo.

María Teresa Poyatos Bojollo

Córdoba