En 2010 le fue concedido al Museo de Madinat al-Zahra el Premio Aga Khan por sus valores arquitectónicos, y más recientemente ha sido galardonado con el Premio Museo Europeo del Año. Este segundo premio, concedido por el Foro de Museos Europeos (EMF) destaca, entre otros aspectos, "los logros conseguidos desde el punto de vista de la técnica museística, en cuanto a calidad y excelencia, y los valores didácticos que contiene para el público en general".

Estos dos galardones deben ser de una especial importancia para Córdoba ya que, trascendiendo los ámbitos propios, técnicos y científicos de la arqueología contribuyen a aumentar el ranking cultural de nuestra ciudad dentro y fuera de España.

También hay que incluir aquí el hecho de que Madinat al-Zahra es objeto de interés para diversos organismos que desarrollan importantes inversiones de forma coordinada con el Conjunto, como sucede con los proyectos de I+D en los que participan el CSIC y miembros de diversas universidades y centros de investigación, tanto españoles como extranjeros, sin olvidar la colaboración que presta el Instituto Arqueológico Alemán.

Esperamos que estos últimos reconocimientos redunden en un incremento del interés de los cordobeses por este importante patrimonio que nos incumbe directamente porque está localizado en Córdoba pero es de rango universal, ya que, como sabemos, y no cuesta repetirlo una vez más, en Madinat al-Zahra se dieron algunos de los hitos más importantes de nuestra civilización occidental.

Disponemos, pues, de modernos "instrumentos culturales", como en este caso es el Museo de Madinat al-Zahra. Hay que recordar que hoy día no se concibe el museo como el recinto donde sólo se exponen piezas monumentales o de gran valor artístico para su apreciación estética, sino que la función del museo es desempeñar una labor educativa y pedagógica más amplia y compleja, para que, además de la contemplación de los valores estéticos contenidos en las culturas del pasado, "aprendamos" a entender este pasado en claves de presente, más allá de los mitos y los tópicos de la leyenda popular.

El termino patrimonio es equívoco si lo entendemos como una herencia que confirma linajes o privilegios, que nos "enriquece" y a nada nos obliga. Patrimonio y memoria están unidos, el patrimonio es una memoria que vamos rehaciendo continuamente a partir de los indicios que nos van suministrando las sucesivas lecturas y descubrimientos sobre estos legados.

Es posible que en la medida que vamos adquiriendo un mejor conocimiento de nuestra historia nos vayamos implicando más en la defensa de su patrimonio. Por ejemplo, pese a los críticos momentos que atravesamos, hay que comprometer más a los poderes públicos y a las instancias políticas para que "verdaderamente" se responsabilicen con el proyecto de Madinat al-Zahra.

Córdoba cuenta en Madinat al-Zahra con un potente atractivo turístico y cultural, con unas modernas instalaciones doblemente galardonadas a nivel internacional. Estas instalaciones acogen anualmente a una gran cantidad de visitantes, tienen una labor científica ampliamente reconocida y albergan actividades de extensión cultural de cara a la ciudad (como las convocatorias periódicas de concursos diversos como fotografía, pintura, cómics, etc). Paradójicamente, sin embargo, el Conjunto se encuentra en la actualidad con unos recursos y una plantilla técnica muy por debajo de las necesidades de un centro patrimonial de primer orden como es Madinat al-Zahra, lo que imposibilita, por otra parte, extraer todo su potencial como motor de desarrollo de la ciudad.

Esto significa una importante disminución en el número de actividades del centro, especialmente en lo que respecta a su difusión y proyección social a través de la realización de diferentes actividades, eventos culturales, una importante labor pedagógica con centros educativos, etcétera, e igualmente, una gran dificultad para avanzar en lo concerniente a la excavación arqueológica. Si tenemos en cuenta que un yacimiento arqueológico "vive" y "crece" en función de la dinámica de los descubrimientos de los investigadores, es fácil imaginar el estado de progresiva ralentización imperante, que difícilmente podía haberse previsto al comienzo de esta última etapa en la que se iniciaron las obras del nuevo museo.

En este momento se puede llegar a una conclusión simple: Córdoba necesita a Madinat al-Zahra y ésta necesita a los cordobeses. Se tiene que producir un acercamiento espiritual y un acercamiento físico, hay que acercar Córdoba a Madinat al-Zahra, hay que facilitar las visitas de la ciudadanía cordobesa al yacimiento y a su museo. En el momento actual sólo se puede llegar allí a través del coche privado o con un autobús para turistas, caro y mal planteado.

Es un contrasentido que se construya fuera de la ciudad una instalación pública, como es un museo, y no se le dote al mismo de un sistema regular de acceso a través de un servicio público, máxime cuando existe una línea de autobuses que con un pequeño desvío permitiría que muchos ciudadanos cordobeses pudieran frecuentar este Centro Cultural que en estos momentos parece dedicado exclusivamente al turismo.

Esperamos que las instancias políticas y administrativas a las que afecta este tema adopten las decisiones necesarias para que no se prolongue por más tiempo esta situación.

*Arquitecto y pintor