El artículo "Titularidad y Fiscalidad de la Mezquita" --Diario CORDOBA, 8/7/2012-- me obliga a felicitar a su autor, Rafael Mir, por su valentía y por el sentido clarificador de su escrito.

Siempre me he preguntado con qué derecho la Iglesia consideraba como suyo algo que debería pertenecer al conjunto de los españoles a través de su titularidad estatal o autonómica. Hoy veo que con "nocturnidad" la Iglesia llega a ser titular de la Mezquita y esto me obliga a preguntarme cómo es que las instituciones locales, autonómicas o estatales no hicieron la más mínima gestión para defender el patrimonio colectivo de los españoles.

La Iglesia puede ser un instrumento de salvación, según la creencia de cada uno, y las autoridades eclesiásticas saben, e ignorar no pueden, que la Iglesia jamás debería haberse convertido en una vía para obtener privilegios que, en el caso de la Mezquita, se producen por partida triple: por una parte no paga el IBI como tendría que corresponderle; por otra se beneficia del negocio que representa la venta de las entradas --por cierto, puede que un determinado porcentaje del beneficio generado por esta venta se dedique a obras sociales, pero me temo que otro sea repartido entre los canónigos. ¿Es esto así?-- y, finalmente, si la Mezquita está en manos privadas, ¿por qué tenemos que pagar entre todos, a través de la hacienda autonómica o estatal, las mejoras para su mantenimiento?

Creo que la Mezquita debería ser de titularidad pública y también creo que las autoridades deberían "investigar" el modo en que pasó a ser privada. De confirmarse que fue de manera irregular, que la titularidad vuelva a donde le corresponde.

José María Zapico Ramos

Córdoba