¿Soy yo, eres tú, somos los dos? Oigo voces, cuando escribo, que discrepan, que ironizan o, sencillamente, que aplauden. Bueno, ¡pues que editen lo que quieran! Coloco un wiki y empiezo. Cada vez que oigo, y es con frecuencia, decir que para esto o para lo otro se crea un comité de sabios, ¡pues nada que es como si me llegara un soplo de esperanza!, porque me suena a cosa tan gorda la palabra sabio que pienso cómo unos cuantos reunidos pueden ser magos que le den solución a todo lo que les echen. Pero a la vista de esta proliferación de la especie, ¿tantos sabios hay? ¿Acaso lo que sucede es que la sabiduría anda de rebajas? Porque, hasta hace poco yo tenía interiorizada la imagen del sabio como la de un erudito, etc. filántropo, un mirlo blanco, ¡vaya! ¡Corta, corta y no me vengas con milongas, niña! --soy el usuario--. ¿Me hablas de un dibujo de tu mente? Una cosa son los sabios de los cuentos y otra bien distinta los sabios de esos comités que dices. Confórmate, hoy día, con esta definición: sabio es cualquier humano que esté algo acharolado y que, por causas variopintas, le saque la cabeza a los de su tribu. ¡Qué desilusión, usuario! Esos atributos están a la mano de cualquier buen comprador, ¿no? Sí, y a muy exiguo precio. Así que basta estraperlear un poco, adquirir el título de sabio, colocárselo en la frente y lo que ves: Por muchos comités que inventen no se ponen de acuerdo ni para arreglar el patio y, escucha lo último que no estás al loro: El invento del día va por lo tecnócratas. ¿Lo pillas? ¿Tecno qué, has dicho? Nada: más de lo mismo. ¡Tiene tomate este usuario! Tendré que investigar, pero el invento este no me dejas avanzar. El wikear me complica la vida. Mejor la soledad de mis palabras. ¡Claro, mujer! Lo mismito que los sabios y los tecno: que los demás callen que para hablar ya están ellos y para pagar, todos. ¡Viva!

*Maestra y escritora