Esto se está convirtiendo en un calvario. También lo ha dicho Rajoy refiriéndose al sube y baja de la prima de riesgo y la Bolsa; pero ya no solo es eso, la pervivencia misma de este país como país se está convirtiendo en un calvario. La ventaja de tener una edad y haber pasado y visto muchas cosas es que ya te da igual casi todo y dices lo que crees que tienes que decir, y te cuesta menos hacer el esfuerzo de situarte en la perspectiva caballera del sentido común, o --si eso suena demasiado pretencioso-- al menos en el de la sinceridad, que siempre es un ejercicio disculpable y encima cae bien. Sí, España es un calvario sujeto al vaivén de los especuladores, que juegan al pimpón de los beneficios cortoplacistas independientemente del valor objetivo de nuestra economía, y es un calvario que no haya gobierno que pueda ponerle el cascabel al gato de esos tiburones como tampoco a las altísimas instancias europeas, que dan poco y exigen mucho, que es un lema totalmente opuesto al que lleva escrito la medalla del amor que venden en las joyerías y que le regalábamos a nuestras madres en su día. Y es un calvario soportar que insulten a Esperanza Aguirre por decir lo que la inmensa mayoría piensa en relación a la recién celebrada Copa de España, y que tengamos que aguantar que cenutrios de diverso pelaje de la política (que cobran, eso sí, de España vía nuestros impuestos) y del fútbol digan que hasta ahí podíamos llegar a impedir que la gente se exprese libremente. No sé si en este siglo, o antes, España estuvo un rato sin ser un calvario en algún momento. Pero se suele decir que los tontos no descansan.

* Profesor