Icono de la poesía y de la izquierda revolucionaria, conocí hace ya un lustro a Ernesto Cardenal cuando acudió al Memorial Vicente Núñez que celebramos en Córdoba, donde lo acompañé durante varios días. Su vitalidad era paralela en su persona y su poesía, degustando ampliamente los caldos de Bodegas Guzmán o recitando sus versos ante unos pocos amigos del Ateneo en la taberna de Bodegas Campos.

Ernesto Cardenal nació en la Granada de Nicaragua un día de mayo de 1925. Estudia en los jesuitas de su ciudad y posteriormente se licencia en Filosofía en México y se doctora en Nueva York. En Nicaragua en 1950, Neruda comienza a publicarle sus famosos Epigramas, que tienen un paralelismo amor/política tan sui géneris de su poesía, con un tono a lo Catulo y Pound. "Me contaron que estabas enamorada de otro/ y entonces me fui a mi cuarto/ y escribí este artículo contra el Gobierno/ por el que estoy preso". En 1957, tras una especie de caída amorosa del caballo, el amor pasión se transmuta en amor a Dios, consagrándole su vida y se refugia en el monasterio trapense de Gethsemany en Kentucky donde escribe Coplas a la muerte de Merton : "Nuestras vidas son los ríos/ que van a dar a la muerte/ que es la vida"..."que van a dar al amor/ que es la vida".

Dos años después por problemas de salud se traslada al monasterio mejicano de Cuernavaca y en 1961 publica su impresionante libro Salmos ("El Dios que existe es el de los proletarios") y el emocionante y tierno poema Oración por Marilyn Monroe e inicia su serie de poesía indígena que culminaría en su Homenaje a los Indios Americanos . En este poemario se muestra el ancestro, la voz indígena en una arcadia feliz, legendaria, un paraíso perdido.

No es casualidad por eso que uno de sus últimos libros reeditados en España sea su Antología de la Poesía Primitiva , porque quizás no haya más vanguardia que la mirada limpia desgajada de quimeras, y que le hace decir en su prólogo: "El verso es el primer lenguaje de la humanidad- y después la prosa, y ésta es como una especie de corrupción del verso... la forma más natural del lenguaje". Porque para él la poesía adquiere categoría trascendente incluso mística y mítica; es una cosmogonía de la existencia, una ósmosis entre la naturaleza y el hombre. Y le da carta de categoría: "la literatura --nos dice-- por la literatura no sirve para nada. La literatura debe estar al servicio del hombre. Por lo mismo la poesía debe ser también política. Aunque no propaganda política sino poesía política".

Se ordena sacerdotalmente en 1965 y posteriormente funda una comunidad religiosa y artística en la isla de Solentiname en el lago de Nicaragua. Allí escribe a manera de polifonía El Evangelio de Solentiname , relacionado con la Teología de la Liberación. En 1970 visita Cuba y allí coincide con uno de los poetas en los que más influyó como fue el salvadoreño Roque Dalton. Miembro del Frente Sandinista por la Liberación Nacional actúa como portavoz del grupo en numerosos viajes al extranjero y cuando triunfa la revolución sandinista en 1979 ("Dios me puso en medio de una revolución") es nombrado ministro de Cultura, que da pie a la famosa escena con Juan Pablo II en el aeropuerto de Managua. En 1985 es suspendido por la autoridad eclesial a divinis para ejercer el magisterio eclesiástico. En 1989 publica su poema más global y definitivo, Cántico Cósmico . En 1998 comienza a publicar sus memorias con La vida Perdida , Las Insulas Extrañas y Revolución Perdida . Una revolución perdida porque, nos dice, "está hecha de seres humanos". Ello le lleva a escribir: "Bienaventurado el hombre que no sigue las consignas del partido/...será como un árbol plantado junto a una fuente". Desde entonces abomina de Daniel Ortega y su sandinismo, calificándolo de dictador.

En su poesía escrita en largos poemas-río épicos, históricos, testimoniales, como crónicas, los géneros más que confundirse se entremezclan, se soslayan, se superponen. Su poesía es una crátera del imaginismo de la poesía norteamericana, el concretismo indígena y de lo que él mismo ha calificado de exteriorismo nicaragüense. "El exteriorismo es la poesía creada con las imágenes del mundo exterior, la poesía impura, narrativa y anecdótica, hecha con elementos de la vida real y cosas concretas".

Podría parecer que ello excluiría a la poesía, pero precisamente su ironía, la fuerza de sus imágenes, la prodigiosa verbalización, el lenguaje cotidiano y coloquial, su compromiso, sus metáforas redentoras de la palabra y el acontecimiento, chorrean poesía a borbotones y la comunica, porque él mismo confiesa: "He tratado principalmente de escribir una poesía que se entienda" ya que "el propósito de mi canto es dar consuelo". Este Ernesto Cardenal, último Premio Reina Sofía de Poesía, que se paseó por las calles de Córdoba, es historia viva, poética y política, de un continente, porque hombre y poesía van unidos en su poética, cuya intencionalidad se resume en este verso "Nada más humano que una mano; hermano dame tu mano".

* Médico y poeta