Una de las mayores redes sociales del mundo, Facebook, se estrenó ayer en bolsa.

Protagonizó la mayor salida al mercado de valores de una empresa tecnológica, con un valor de 82.000 millones de euros, y la tercera en la historia de Estados Unidos, tras las empresas General Motors y Visa.

Las cifras de Facebook dejan en mantillas el lanzamiento, en el año 2004, de Google, líder mundial entre los buscadores de internet, que empezó a cotizar también en el Nasdaq (acrónimo de National Association of Securities Dealer Automated Quotation, que corresponde al mercado electrónico de la Bolsa de Nueva York donde cotizan las empresas con mayor capacidad de crecimiento y también muy volátiles) con un valor de 18.000 millones de dólares.

Sus 900 millones de usuarios ofrecen un gran atractivo como posible negocio para los anunciantes.

De ahí las expectativas que ha levantado entre los inversores tecnológicos, que el mismo día del bautismo bursátil de FB --ese será su ticker , abreviatura con que las acciones aparecen en los paneles de cotización-- abandonaban Linkedin (un sitio web orientado a negocios, fundado en diciembre de 2002 y lanzado en mayo de 2003, comparable a un servicio de red social, principalmente para red profesional) y al fabricante de juegos Zynga para apostar por Facebook.

Pero también tiene un gran gancho para todo tipo de empresas que han decidido comunicarse de forma directa tanto con sus clientes habituales como con los potenciales.

Hay precedentes bien conocidos y no demasiado lejanos en el tiempo de tremendos fiascos en el campo de la tecnología, incluso también sobre la base de internet.

Sin embargo, las nuevas redes, de las que FB es uno de los mejores exponentes, han aparecido en un momento muy especial, cuando millones de ciudadanos de todo el mundo llevan teléfonos inteligentes en el bolsillo y tabletas en las mochilas, de manera que se mantienen conectados las 24 horas.

Es un paso adelante enorme en el camino de la desintermediación, de la comunicación directa. Estos sistemas permiten, como ocurrió hace apenas unos días en Barcelona, que una estrella desmienta a sus 40 millones de seguidores los rumores sobre su crisis sentimental solo con el envío de unas fotos. Y gratis.

No es de extrañar que en este viaje hacia el mundo de los archimillonarios, el inventor de Facebook, el joven Mark Zuckerberg, vaya acompañado de personajes como Bono, el líder de U2, que invirtió hace unos años en la compañía, o la cantante colombiana Shakira, conocedores ambos del valor de un instrumento que permite la relación directa con quienes, además de comprar sus productos, son sus admiradores.