Indígnese: "-Lo sentimos mucho pero si no puede pagar su hipoteca le tenemos que embargar el piso. -Pero si me lo tasaron por una fortuna y ahora ha quedado claro que el piso no lo vale.

-En la vida hay que ser responsable, y usted firmó lo que firmó". ¿Cuánta gente ha perdido su casa por no poder pagarle la hipoteca a Bankia? Por lo que hemos visto en los últimos días, las personas no son sistémicas, pero los bancos sí. Este diálogo se ha producido demasiado a menudo pero nos hubiera gustado que el que sigue, también hubiera sido real: "-Lo sentimos señores de Bankia, como no pueden aguantar y encima es posible que hayan tuneado los balances, nos vamos a quedar con el control del banco, vamos a llevar a los responsables ante los jueces por posible malversación de fondos públicos y vamos a por el gobernador del Banco de España por no controlar". Pero no. Rajoy nos quiere hacer creer que ha nacionalizado Bankia. No. Solo nos hemos quedado su filial inmobiliaria, completamente podrida, por los cientos de proyectos de interés político (que no público), perpetrados mayormente en Valencia y Madrid. De Bankia solo tenemos el 45%, que no el 51%. Que no mandamos. Que no podemos pedir cuentas a las constructoras que nos deben dinero, ni a los hoteleros que también, ni vender nuestras acciones de Iberia. A Bankia solo vamos a perder dinero. Y nosotros pagaremos porque los bancos son más sistémicos que nosotros. Y veremos desfilar a los responsables sin morirse de vergüenza y sin pagarlo. Así son las cosas en España. ¿Y los que compraron acciones de Bankia? ¿Y los que tenían participaciones preferentes? ¿Y los políticos que utilizaron las cajas a su servicio? Y los demás bancos, ¿por qué callan? ¿Y por qué el interés político muchas veces no coincide con el interés público ni con el económico? Hoy es 15-M. Y mañana también.

* Periodista