Bill Shankly dijo: "Si tú eres el primero, eres el primero, si eres el segundo, no eres nadie".

Un equipo de fútbol es como un piano. Necesitas a ocho personas que lo muevan y tres que toquen el pesado y condenado piano. La plantilla del Córdoba C.F. ¿está preparada para mover y tocar el condenado piano hasta final de temporada ? ¿Debemos exigirle que cada día suenen mejor las notas o dejarle que ellos mismos desarrollen su capacidad creativa para sacar el mejor rendimiento a su talento?

El fútbol une la memoria y la emoción, pero bien es cierto que en el mundo del fútbol hay dos mensajes bien distintos, uno; el que se vive día a día dentro del vestuario y, otro bien distinto, el que se transmite ante la afición. El mensaje del vestuario debe ser ambicioso, realista, prudente y, sobre todo, creer en la dinámica del grupo y el mensaje de su entrenador. El mensaje del vestuario y club hacia fuera debe ser mantener la ilusión junto a los aficionados, dar sensaciones que aunque se falle en partidos determinados sigan creyendo en su equipo y mantener estables las cuatro patas en las que se debe alimentar el club.

Gandhi decía: "Nuestra recompensa está en el esfuerzo, no en el resultado". Esta frase nos podría sacar a muchos de dudas y deberíamos seguirla como un manual del día a día, tanto afición, plantilla y máximos rectores. No queda tiempo para pensar, para entrar a debatir, solo queda tiempo para el esfuerzo, la unión y dejar que los que tienen que mover el piano, sigan moviéndolo y los que tienen que tocar el dichoso piano asuman responsabilidades y lo toquen lo mejor posible para que a los que pagan, son fieles cada domingo, le suenen las notas lo mejor posible. Lo más importante de un equipo a nivel de dinámica de grupo es el compromiso, con el compromiso se puede conseguir cualquier meta que nos propongamos, si no hay compromiso comienzan las dudas y no queda tiempo para subsanar errores.

La línea de gol es la frontera de la felicidad pero también de la tristeza. Todos queremos que nuestro equipo haga gol nada más dar comienzo el partido y batir al portero adversario, pero no nos paramos a pensar que para hacer gol hay que elaborar una buena acción ofensiva, luego, el gol es una consecuencia de... para hacer gol hay que tener los conceptos ofensivos claros, atacar con orden, tener recursos, argumentos, etcétera,. no solo basta con querer hacer gol.

En el último tercio del campeonato es donde se clasifican y se ganan los primeros puestos, es la hora de los equipos que saben competir, no de los equipos que solo salen a jugar, son los que llegaran a la meta final, porque una cosa es salir a jugar y otra salir a competir, administrar y saber manejar las fases importantes de un partido. Si hay debate sobre si debemos tener un discurso prudente de cara al ascenso o ambicioso es porque estamos en una posición que el propio equipo ha generado y ha creado la ilusión idónea a la afición. Pero eso no se debe convertir en una obligación. La obligación es la del esfuerzo día a día, ayudar al equipo para que sigan moviendo y tocando el piano lo mejor posible cada fin de semana.

Lo más difícil en fútbol es ganar después de ganar. Los equipos que sepan competir mejor, seguro llegarán a la meta final, y si el Córdoba CF ha sabido competir hasta el último tercio del campeonato porque no puede seguir en la misma línea, solo es cuestión de saber administrar las dosis de presión y la línea que marcan diferencias y que en cada momento debemos traspasar. Cuando termina un partido hay que ir pensando en ganar el siguiente. Así se van marcando pequeñas metas que permiten llegar a la recta final de la mejor manera posible, pero nunca se debe tomar como una obligación sino como un reto personal.

Un entrenador dijo: "La obligación de un equipo no es ser campeón; la obligación es saber cuál es la idea de juego y aplicarla en el terreno de juego para conseguir el objetivo".

* Tec. Superior Deportes. Equipo trabajo R. Benítez.