Resulta como mínimo curioso que en la época de la tan ansiada globalización según para quienes y con qué fines, en que es fácil el acceso a los medios, no se nos aclare con todo lujo de detalles la forma en que se han desenvuelto nuestros políticos gobernantes en la etapa más reciente. Nadie sabe cómo sigue sin pedir excedencia como Registrador de la Propiedad el máximo mandatario del país o cómo llegó a ser funcionario de Cultura el favorito en las encuestas de Andalucía; sí se sabe a través de los espacios virtuales con las convenientes reticencias que corre una suerte paralela a la funcionaria que encabeza las soflamas beligerantes que sirven de pancarta a los funcionarios que claman por el principio de igualdad y mérito para el acceso a la función pública a través de las oposiciones --ciertamente razonable--, sin que nadie sepa contestarnos cómo llegó ella misma a la condición de funcionaria. Rhinocéros , del autor teatral Ionesco, muestra la resistencia a aceptar como válido por parte de Bérenger, enamorado de Daisy, la propuesta que ella le hace, de una gran irracionalidad, y de la cual se ha ido contagiando todo el orbe de forma gradual. Es la obra del llamado teatro del absurdo un alegato metafórico de la resistencia al conformismo en los albores de la segunda guerra mundial o lo que es lo mismo en versión rediviva, al totalitarismo de datos y cifras sobre la crisis que pone como solución la reducción del déficit. Es un lenguaje que todos acaban aceptando, aunque para ello se pierdan derechos sociales duramente conquistados o puestos de trabajo, algunos en sectores tan importantes como la sanidad o la educación.

Siempre habrá un Fahrenheit 451 , dispuesto a salvar los libros de la quema. Llena de satisfacción saber que frente a la estrategia de la tinta de calamar que todo lo confunde, un particular enfoque hace fortuna en algunos sectores a través de la red. Adopta un título muy directo, como directo es el lenguaje de Vicenç Navarro, Juan Torres y Alberto Garzón --salido este último de las filas del tan denostado 15M-- y editado por Sequitur bajo el título tan revelador de Hay alternativas . Propuestas para crear empleo y bienestar social en España, prologado por Noam Chomsky, un maldito para la ortodoxia conservadora norteamericana y, por ende, del orbe conservador todo. Se propugna el paso adelante y no atrás. Queda claro que la teoría de la imitación cumple un papel fundamental en esta triste historia, pues se da por bueno que la reducción del déficit es la particular tabla de salvación, como repiten las gentes del más diverso estado y condición. España es un magnífico ruedo ibérico, como alguien dijo.

* Profesor, exdirector IES Góngora