Un extraño éxodo obliga a muchos personajes célebres nacidos en Córdoba a peregrinar por el mundo con el alma cargada de nostalgia.

Hoy hablo de dos hermanos que danzan errantes por el planeta.

Hablo de dos muchachos nacidos y vividos en una zona castiza como la calle Cardenal González al lado del antiguo y frecuentado mesón "LA J"(lo que hoy ocupan los conocidos Baños Arabes).

Dos chavales que desde pequeños, dadas sus especiales virtudes en el arte de bailar flamenco, fueron capturados por el Ballet Nacional de España que los encumbró a su oferta más primera y vanguardista para posteriormente ser figuras indiscutibles en compañías de la talla de artistas como Antonio Gades o Rocío Jurado.

Desde que nacieron, estos dos jóvenes hermanos, llamados Antonio y Manuel Reyes Maya, cordobeses de pura cepa, de padre y madre blanquiverdes, no han parado de pregonar por los cinco continentes --y no exagero-- su orgullo patrio, su amor por nuestra ciudad y su desatino por volver a darse la oportunidad de bailar al calor de la Corredera, de la Casa el Viejo, de la Mezquita, de la Plaza el Potro y, sobre todo, de sus paisanos, los cordobeses.

Curiosa ciudad esta nuestra Córdoba que, con su discreción y la poca importancia que se da, no ha parado de parir artistas números uno en todos los palos y en todas las épocas.

Antonio y Manuel, estos dos hermanos, son puro baile y en ellos el ser humano se ha anulado por completo para convertirse en un híbrido apasionado de arte y sangre.

Yo espero poder volver a verlos por aquí y por ello deseo de todo corazón no escatime esfuerzos la Administración Local para traerlos este año a bailar para disfrute de sus vecinos.

* Abogado