El diplomático y escritor británico Sir Harold Nicolson decía que "la oposición es el arte de prometer aquello que el gobierno puede asegurar". Esta cita viene como anillo al dedo cuando se yuxtapone o se relaciona con el ejercicio de la oposición, del PSOE e IU, y la acción de gobierno del Partido Popular, en el ámbito de la política municipal.

Después de ocho meses administrando los intereses generales de la ciudadanía cordobesa --no se olvide: con mayoría absoluta--, la percepción popularizada del éxito en la gestión no pasa de un ramplón aprobado, vulgar y mediocre.

¿Por qué la política municipal se percibe así, cuando, es posible, que las diferentes y distintas concejalías "creen" que lo que están haciendo está, por supuesto, muy bien gestionado? Porque la política municipal, precisamente por cercana, no se basa sólo en replicar a la oposición pura y dura, que también, sino tomar decisiones que afecten, positivamente, al compromiso que los que gobiernan tienen con los ciudadanos que les han prestado su total confianza; pero no yendo a remolque de esa oposición, sino muy por delante de ella; sin dar pábulo a los criterios, interesados y consensuados, de un señor Durán y un señor Tejada (¿dormirá tranquilo este señor diciendo lo que dice?) que critican ahora lo que validaron como continuo error cuando ellos, al alimón y al unísono, formaban parte del gobierno municipal de esta ciudad. Para confirmar y apoyar lo que decimos, basta con consultar las hemerotecas; la de este diario CORDOBA, por ejemplo, en su edición del 31 de diciembre del 2006: "Córdoba tiene un compromiso con el crecimiento armónico de la ciudad". (...) "Córdoba mira al futuro con su nuevo Centro de Congresos". (...) "Una ciudad ideal para invertir y crear empleo gracias a la creación de las más modernas infraestructuras".

¿Y de los "costes cero" vendidos a bombo y platillo por el ínclito y "eminente" señor Mellado? ¿Dónde quedaron los cuatro carriles del Puente de Miraflores? ¿Dónde el 'Hyde Park' prometido? ¿No nos garantizó cambiar el curso del río Guadalquivir, a su paso por los Sotos de la Albolafia para hacerlo, a toda costa, navegable? ¿Y con el mamotreto arquitectónico del Estadio de El Arcángel qué ha pasado? ¿Y del "Ojo del Califa"? ¿Y de tantas y tantas promesas qué fueron de ellas? Con los mimbres que tejieron el PSOE e IU el "cesto" cordobés, se hace necesario, por parte del actual gobierno del señor Nieto, demostrar otra postura: mucho más decisiva, menos "acomplejada", menos apática y con más vigor y energía que el mostrado hasta el día de hoy.

La decisión, la autoridad moral, el entusiasmo y dinamismo que se proyectan desde una mayoría absoluta deben ser virtudes más que suficientes para que el equipo de concejales, con su alcalde señor Nieto a la cabeza, desactive la campaña desinformativa que la oposición del Partido Socialista e Izquierda Unida están llevando a las conciencias, fácilmente manipulables, de una relatividad de cordobeses que hacen bandera de la más indigna de las propagandas políticas; sirviendo como paradigma las declaraciones de Manuel Aguilar, secretario de Empleo del PSOE-A, cuando afirma que el PP "ha tirado la toalla en la lucha contra el paro". ¡Abrete boca y di lo que quieras!

Pensamos, desde este foro de opinión, que el Partido Popular, al cual no pertenecemos ni tenemos afiliación a partido político alguno, además de gobernar eficazmente esta ciudad, abofeteada por las decisiones interesadas y electoralistas de una indolente Junta de Andalucía, debe transmitir a los ciudadanos cordobeses la plusvalía de su competencia y validez informativa. Algo que, en política, es cada más importante y menos asumido por los políticos. Tan significativo y considerable es saber "decir" los argumentos como fundamental es, también, saber gobernar una ciudad como Córdoba con mayoría absoluta: sin confusiones, sin complicaciones insalvables y, sobre todo, sin complejos que aparezcan, en sí mismos, con los problemas inabordables del síndrome, perenne, de la eterna oposición...

* Grupo de opinión