El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, puso ayer el dedo en la llaga al admitir que el deporte español tiene "un problema con el dopaje". Al margen de la ola de indignación que ha desatado en España la sanción al ciclista Alberto Contador, lo cierto es que son demasiado habituales los casos en que deportistas españoles son acusados y condenados por dopaje. Aunque el Gobierno (antes del PSOE y ahora del PP) reitera siempre su compromiso de "tolerancia cero" con este tipo de prácticas, esto no esconde la mala imagen internacional que en ocasiones tiene nuestro deporte en determinadas especialidades, ya que se considera que nuestras autoridades son demasiado blandas en esta materia. No hay que caer, desde luego, en el extremo de la parodia que se está haciendo de nuestros deportistas en un canal de televisión francés, transmitiendo la sensación de que son pocos los que no se dopan y que eso explica los continuos éxitos de nuestros deportistas, pero es evidente que hay que mejorar las cosas cuando así lo reconoce hasta el ministro de turno. En los últimos años se desperdició una gran oportunidad de actuar con más contundencia al hilo de la Operación Puerto, que puso de manifiesto una compleja red de dopaje. Al final se le acabó dando carpetazo al grueso del caso, transmitiendo una imagen poco edificante. Ahora el ministro Wert anuncia una modificación de la ley para "reafirmar el compromiso" español contra este mal que mancha el deporte y despejar así cualquier atisbo de duda.